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Formas de afrontar la situación económica

El efecto de la 'contracrisis'

  • La imprenta Dvértigo es una de las pocas empresas de Córdoba que han duplicado su plantilla a pesar de verse inmersos en la crisis que azota al país

Hace cinco años que la empresa Impresión Dvértigo empezó una andadura que aún continúa. Entonces -corría el año 2006- no se hablaba de crisis. La economía empezaba a flaquear víctima del inicio de la final del boom inmobiliario, pero prácticamente nadie vaticinaba que la situación iba a generar más de cuatro millones de parados, los recortes en Sanidad o la reducción del salario de los funcionarios, por citar tan sólo algunas de las consecuencias que ha dejado la debilitada economía española. Pese a ello, aún hay empresas que gozan de buena salud. En este grupo se encuentra Impresión Dvértigo, una sociedad que presume de haber incrementado el número de trabajadores hasta el punto de duplicar la plantilla que tenía en 2006. De los cuatro empleados fundacionales se ha pasado a los 11 que tiene en la actualidad, una auténtica proeza con los tiempos que corren.

Tras el portón metálico de esta nave ubicada en el polígono industrial de Las Quemadas de Córdoba no existe ninguna varita mágica. Su única fórmula para crecer -algo difícil en una coyuntura desfavorable- es "trabajar y competir en la medida de nuestras posibilidades", según destacó el director comercial, Manuel Ramírez. Ahora disponen de recursos materiales más que suficientes para alcanzar cotas muy notables en el mundo de la impresión y a sus profesionales les avalan muchos años de dedicación exclusiva en el sector. Pero no siempre lo han tenido todo de frente.

"Al principio era casi una locura", destacó Ramírez. El representante de esta entidad, que no formó parte del equipo inicial de Dvértigo, explica que los cuatro primeros socios -José Muñoz, Miguel Ángel Ortiz y los hermanos Antonio y Javier Torres- pusieron 80.000 euros de su bolsillo para arrancar. Ortiz recuerda que uno de los primeros trabajos que realizaron fueron un catálogo de productos congelados y un libreto para una empresa madrileña y la Universidad de Sevilla, respectivamente.

Han pasado cinco años desde entonces y, pese al corto espacio de tiempo, han hecho suyo el renovarse o morir. La maquinaria con la que trabajan dista mucho de la de entonces y también la cantidad de operaciones que firman. Catálogos, folletos de diversa índole, libros -imprimieron el alusivo al 375 aniversario de Nuestro Padre Jesús Nazareno de Espejo, con unas 400 páginas-, papelería en general y sellos de caucho. "Aquí pasamos incluso más horas de las previstas, pero ese sacrificio es la base del éxito del que ahora podemos llevar a gala, destaca Ramírez.

Otro de los llamados "secretos" que han llevado a este empresa a mejorar sus datos y, por tanto, a disponer de una plantilla con el algo más del doble de trabajadores de la que tenía en sus inicios, es el "abaratamiento de los costes". Según Ramírez, "ofrecemos a nuestros clientes cantidades algo mayores para que se ahorren algún dinero en el pedido que nos hacen y también nosotros intentamos adquirir más material del que nos pueda hacer falta en un principio para abaratar costes".

Dvértigo no renuncia a seguir creciendo. No se estanca ni descarta que en una semana, un mes o un año tengan que volver a contratar a alguien más. Otra manera de afrontar la crisis.

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