Elche-Cádiz

En vídeo, el resumen y los goles del Elche-Cádiz (1-1)

Vídeo del resumen y los goles del Elche-Cádiz (1-1) / LaLiga

El Cádiz CF ha empatado a uno contra el Elche en partido de la undécima jornada de LaLiga Santander. Los de Álvaro Cervera supieron sobreponerse al tanto inicial de Lucas Boyé en el minuto 38 gracias a un gol de cabeza de Alvaro Giménez en el 55'. 

El punto obtenido en el Martínez Valero tiene un sabor agridulce debido a que los de Álvaro Cervera jugaron toda la segunda mitad con un hombre más tras la expulsión de Lucas Boyé por doble amarilla.

Una jornada más, la actuación arbitral volvió a perjudicar a los amarillos. El árbitro Del Cerro Grande no quiso pitar un penalti por una mano clarísima de Pere Milla al despejar un centro. Tampoco dio validez a un gol de Álvaro Giménez en el 81' al pitar una mano, cuando esta se encontraba pegada al cuerpo, al controlar un balón en el área pequeña. 

El Cádiz CF se queda a medias (1-1)

El Cádiz CF frenó la racha de derrotas y sumó un punto en Elche (1-1) pero se le fueron dos. Jugó toda la segunda parte con un futbolista más pero se estrelló contra la muralla local y no pasó de un empate que no deja de tener valor porque es un pequeño más.

Los amarillos se volcaron arriba en la segunda mitad con todo el arsenal disponible. Le faltó remontar, pero no pasó de tener la posesión de balón sin hacer demasiado daño.

El Cádiz CF alcanza los 15 puntos en un partido no exento de polémica. Un penalti señalado a favor de los gaditanos no pasó el corte del VAR y otro penalti por mano no sólo no fue pitado sino que ni siquiera fue revisado. Y hubo algo más: un gol anulado a Álvaro Giménez por mano involuntaria.

Álvaro Cervera se inclinó por una apuesta valiente, con Álex Fernández como mediocentro y dos delanteros puros. Arrancó con energía el conjunto amarillo, en modo presión y frecuentes robos de balón, con especial protagonismo del madrileño tanto en la recuperación como en la distribución.

El esperanzador comienzo no se tradujo en ocasiones más allá de un par de saques de esquina, aunque el esférico correspondió a los visitantes, muy enchufados desde el principio, con sensación de poder golpear en cualquier momento.

La mala noticia fue la temprana lesión de Jairo, que se tuvo que marchar el minuto 20 con un esguince de tobillo tras recibir una fuerte entrada de Gonzalo Verdú.

La respuesta de Cervera fue una declaración de intenciones con un cambio ofensivo con el ingreso en el campo de Alberto Perea. A la hora de la verdad se impusieron los sistemas encorsetados.

El partido no llegó a prender mecha. Los locales se toparon un asfixiante acoso de los gaditanos en la salida del balón. Apenas sufrieron atrás los foráneos, pero tampoco probaron a Edgar Badía.

Unos y otros se protegieron al máximo con la prioridad compartida de mantener la portería a cero. No había disparos entre los palos. Pesaba más el hecho de no perder que de ganar.

El aburrimiento era mayúsculo hasta que el Elche encadenó dos oportunidadesclaras a modo de anunció de lo que estaba por llegar.

En el minuto 35, a Ledesma se le resbaló el cuero tras un inocente disparo lejano que no acabó en gol de milagro. En el 36, el arquero sacó con un mano un cabezazo de Diego González.

Pero en el 38 cambió el rumbo del partido en plena oleada ilicitana. Lucas Boyérecibió el balón en tres cuartos, se aproximó a la frontal del área y sin que nadie le molestase soltó un zapatazo con el que introdujo la pelota junto a un poste. 1-0. Los visitantes pasaron de tener el control a verse por debajo tras unos minutos de pájara.

Todo lo que no había sucedido durante casi toda la primera parte ocurrió en el tramo final. En el 40, Del Cerro Grande señaló penalti por empujón a Jonsson dentro del área pero tres minutos después, antes de que Álex Fernández lanzase la pena máxima, rectificó la decisión tras revisar la jugada en el monitor.

Al contrario que en el encuentro contra el Granada, cuando Alberola Roja se negó a revisar el clarísmo penalti sobre Alberto Perea que no pitó, esta vez sí fue el colegiado al monitor y dio marcha atrás al considerar que no existió infracción. Del Cerro quizás interpretó que el leve empujón no era suficiente y rectificó con acierto.

Y justo antes del intermedio, en pleno alargue, el árbitro expulsó de manera justa a Lucas Boyé al mostrarle la segunda tarjeta amarilla tras dar un codazo a Fali.

El Cádiz se disponía a buscar al menos el empate con superioridad numérica en la segunda mitad. A ello se pusieron los amarillos en la reanudación ante un rival completamente metido atrás.

El asedio fue absoluto, con continuos centros de Salvi al área a la espera de un remate certero. Pero el empate llegó con una acción desde la izquierda en el minuto 55. Alberto Cervera sirvió al corazón del área y Álvaro Giménez definió con un fantástico testarazo para elevar el 1-1. El ilicitano marcó

Los amarillos tenía más de media hora por delante para culminar la remontada y Cervera puso más madera con la apuesta por Pombo (por Malbasic) mientras Falise retiraba por dolor en el cuello y entraba Alcalá.

El Cádiz se lanzó a por la victoria liderado por un inspirado Perea en la zona de tres cuartos y asumió riesgos hasta el punto de que los locales llegaron asustar, como un cabezazo de Fali (en el 65) que no encontró destino.

Más allá de tanto de la igualada, los gaditanos no terminaban de descifrar la clave para desmontar la ordenada defensa franjiverde. Cervera dio la última vuelta de tuerca con Malbasic y el debutante Bobby Adekanye, muy activo en su primera aparición como cadista.

Y de nuevo apareció la polémica. En el 69, Pere Milla midió bien, no consiguió despejar de cabeza dentro del área el el balón fue a parar a su brazo. Pareció un penalti claro, no señalado ni revisado por el monitor. Se quedó en el limbo y el perjudicado fue un Cádiz que no halló espacios en ataque.

Tuvo el balón el equipo pero no demasiadas ideas el cuadro visitante, algo lento en la circulación aunque llegó a tener el 1-2. De hecho, Álvaro Giménez marcó en el minuto 80 pero el árbitro invalió el tanto por mano del delantero. El balón le rebotó en el brazo, que estaba pegado al cuerpo.

Perea tuvo el gol del triunfo en el 93 con un tiro desde la ventana del área que se escapó por poco.

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