Cádiz CF

Más tarea por hacer que hecha

  • Cervera aguarda fichajes y descartes para trabajar con una plantilla más reducida pero que aumente de nivel

David Toro salta en presencia de varios rivales y sus compañeros Sergio y Karim Azamoum el sábado en Chiclana.

David Toro salta en presencia de varios rivales y sus compañeros Sergio y Karim Azamoum el sábado en Chiclana. / sonia ramos

Las dos primeras semanas de entrenamientos de pretemporada han transcurrido con la normalidad característica de estas fechas y han puesto de manifiesto realidades de la plantilla que invitan a la preocupación tanto de Álvaro Cervera en particular como del cadismo en general.

Al margen de la intensidad de las sesiones preparatorias en la Ciudad Deportiva de El Rosal, lógica para alcanzar el estado de forma óptimo que requiere el comienzo de la competición liguera dentro de menos de un mes, y de las lesiones propias de la carga de trabajo, además de las que arrastran futbolistas que ya terminaron el pasado curso siendo bajas, los tres encuentros amistosos disputados permiten observar virtudes y defectos del plantel, carencias y necesidades que el propio técnico deja entrever en sus declaraciones. Más allá de los marcadores, el 0-9 en Barbate, el 0-4 en el Arturo Puntas Vela de Rota contra la UD Los Barrios y el 0-3 en el Municipal de Chiclana, en todos los casos frente a rivales muy inferiores, el titular de la Tacita de Plata transmite sensaciones que generan dudas.

El sistema no se discute. La solidez defensiva como punto de partida continúa siendo el sello de identidad del Cádiz. Sin embargo, hay asuntos espinosos, deportivos y extradeportivos, cuya solución urge. Ni en la portería ni en la zaga se vislumbran problemas significativos. Falta un central tras la salida de Villanueva, y Carpio, al que se le comunicó que no se cuenta con él, está cumpliendo con esa función muchas veces. Pero seguro que eso no quita el sueño a Cervera.

En cambio, el centro del campo, los extremos y la delantera son temas aparte. La ausencia de José Mari y Garrido, cuya recuperación se demora más de lo deseado, ha cargado de protagonismo a Álex Fernández, al canterano Sergio y al recién fichado francés Karim Azamoum. Puede que lleguen a sobrar efectivos, mas ahora mismo lo que mandan son los temores e incógnitas. Si los lesionados regresan pronto, la zona ancha parece más que cubierta. En caso contrario...

Los costados, según confesó Juan Carlos Cordero, se antojan como el gran dolor de cabeza. Y, en efecto, todo dependerá de lo que pase con Álvaro García y Salvi. Vizcaíno insiste en que no están en venta y sólo saldrán previo pago de la cláusula de rescisión. El director deportivo realiza sus labores contando con que se marcharán. Y el responsable del vestuario pide una solución, de una u otra forma, porque a nadie escapa que en el caso de Alvarito se ha creado una situación complicada al rechazar la oferta china que económicamente resolvía el futuro del utrerano. Cervera, en todo caso, pidió al término del duelo de Chiclana refuerzos para la primera y/o segunda "unidad" en las bandas. Para la derecha ha llegado el portugués Salvador Agra, pero para la izquierda, nadie. Y Nico Hidalgo, Moha Traoré y Aitor García no tienen segura su continuidad porque, como el propio técnico admite, hay desgaste tras disfrutar de pocos minutos.

Por último, con la mediapunta en principio bien arropada con Alberto Perea y el regresado Ager Aketxe, la delantera aparece en el horizonte como la otra gran asignatura pendiente. Barral abandonó la nave, embarcaron Mario Barco y Eneko Jauregi y siguen Carrillo y Dani Romera, pero el gol, lo que marca la diferencia en el fútbol, no está ni mucho menos garantizado. Otro gran problema.

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