Cádiz CF

La tarea más complicada

  • La entidad está lejos de poder competir por los servicios de los máximos artilleros de la categoría y rastrea el mercado en la puja por un delantero que aporte goles

Jona, que se fue sin marcar un gol, intenta escaparse de dos rivales en un partido de la segunda vuelta.

Jona, que se fue sin marcar un gol, intenta escaparse de dos rivales en un partido de la segunda vuelta. / jesús marín

El delantero es la pieza más codiciada por todos los clubes. Tener un goleador es casi una garantía de éxito. Y no tenerlo, lo contrario. na fuente de complicaciones. Ya lo comprobó el Cádiz en sus dos temporadas consecutivas en Segunda División A después del último ascenso. En la primera contó con un artillero, Alfredo Ortuño, autor de 17 tantos, y el conjunto amarillo firmó una exitosa quinta posición pese al bajón del yeclano en la recta final. En la segunda, pese a la prolongada consistencia de su sistema defensivo -salvo en el último tramo- que le llevó a ser el equipo menos goleado de la Liga, la escasa clarividencia en la definición y la ausencia de una referencia en el remate le acabó dejando fuera de las plazas de privilegio hasta terminar en la novena.

Una de las prioridades del Cádiz de cara la campaña venidera es reforzar el ataque con dos puntas tras la salida de David Barral -no renovado- y Jona -regresa al Córdoba tras aterrizar en el mercado de invierno-. Ni ellos ni los dos que tienen contrato en vigor, José Ángel Carrillo y Dani Romera, llegaron a convertirse en una referencia arriba. La búsqueda se centra en dar con un futbolista que pueda ser el faro en ataque que no tuvo el equipo en la temporada recién finalizada. La misión es harto complicada.

Los máximos goleadores de LaLiga 1|2|3 están llamados a marcar tantos el próximo curso en Primera División. Las más de 30 dianas de Jaime Mata resultaron decisivas en el ascenso del Valladolid aunque el ariete podría dar el salto a otra escuadra de la máxima categoría. La explosión anotadora de Raúl de Tomás -24 tantos- contribuyó al regreso del Rayo Vallecano a la élite del balompié español y además le vale para renovar por el Real Madrid -club al que pertenece- hasta 2023. El Huesca se estrena en Primera gracias sobre todo al olfato de dos de sus hombres claves: Melero y Cucho Hernández -16 goles cada uno-

Borja Iglesias guió al Real Zaragoza al play-off también 24 goles -después hizo uno más en las eliminatorias- y vuelve al Celta de Vigo -su equipo de origen- para jugar en Primera.

Los máximos goleadores de Segunda A apuntan a Primera y otros que también mostraron una elevada producción están lejos del alcance del Cádiz. El ejemplo más palpable es el de Sergi Guardiola, protagonista de 24 goles -22 en la Liga y dos en la Copa de Rey- y uno de los artífices de la milagrosa salvación del Córdoba, al que está vinculado hasta 2022. El conjunto verdiblanco quiere diseñar un proyecto ambicioso que gire en torno a su artillero, que sólo saldría por un alto desembolso económico que la entidad cadista no está en condiciones de realizar. El club tiene difícil competir en el apartado económico con otros que sí disponen de más recursos para armar sus plantillas.

Michael Santos firmó 17 goles con el Sporting de Gijón cedido con el Málaga, conjunto al que vuelve aunque si no se queda podría ir a un Primera o al extranjero.

El delantero por el que sí podría pujar el Cádiz es Rodri, autor de 11 dianas que no evitaron el descenso de la Cultural Leonesa. El futbolista trata de desvincularse de su actual club antes de decidirse por alguna de las numerosas ofertas que maneja de la división de plata.

El gol de paga a precio de oro y los más productivos de cara a puerta están fuera de las posibilidades económicas de un Cádiz que también se fija en el mercado de Segunda B. Un fichaje procedente de una categoría inferior es una moneda al aire. El más acertado del curso ya cerrado fue Cervero, con 23 chícharos en la Liga con el Mirándes, dos más que el ex cadista Dioni, 21 con el Fuenlabrada, y tres por encima de Yuri, 20 con la Ponferradina. No parece que ninguno de los tres sea una solución para la delantera cadista, y mucho menos otros jugadores con una cifra más baja. Está más que demostrado que no es lo mismo Segunda A que Segunda B. La prueba más clara es la de Rubén Cruz, que se fue del Cádiz tras un año y medio sin perforar la portería y en media campaña en el Cartagena hizo 11 goles. Dani Romera, que llegó al conjunto gaditano procedente del grupo III -ascendió con el Barcelona B tras marcar 18 tantos en el ejercicio 2016/17-, no pasó de los cuatro goles en los algo más de 1.000 minutos vestido de amarillo y azul.

Uno de los más destacados de la división de bronce fue Juan González, atacante que firmó 15 goles con el Celta B y tendrá ficha con el primer equipo aunque puede salir cedido. Salvo algún caso puntual, es una buena idea pescar en Segunda B si lo que necesita el Cádiz en un faro en punta. Si el club obtiene ingresos millonarios por posibles traspasos -Álvaro García, Salvi...-, una parte de esa cantidad debería ir destinada a la contratación de un definidor. Si no llega un jugador con olfato dentro del área, el equipo amarillo correrá peligro de repetir la sequía de la última temporada. El mercado de Primera -mucho más limitado- y el extranjero son opciones a explorar en una misión nada fácil.

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