El Cádiz ve la luz al final del túnel. Después de tres partidos sin ganar, el conjunto amarillo regresó ayer a la senda del triunfo tras imponerse a domicilio a la Unión Deportiva Melilla (0-2). Juan Villar y Carlos Álvarez fueron los autores de los goles cadistas, que ya se fue al descanso con una ventaja por la mínima. Los pupilos de Raúl Agné aunaron juego y eficacia cara a portería, algo que había fallado en las últimas jornadas, para dar un paso de gigante hacia la permanencia en la categoría y despejar así los fantasmas del descenso. 

Buen partido firmado por de parte de los gaditanos en la Ciudad Autónoma frente a un equipo norteafricano ya sin aspiraciones en la clasificación. Los amarillos hicieron, quizás el mejor encuentro del curso y se llevaron con justicia tres puntos que son oro puro. Jorge Luque jugó en una posición más adelantada y su rendimiento subió como la espuma hasta completar una gran actuación.

El duelo matutino en el Álvarez Claro arrancó con claro dominio unionista. Los locales se hicieron con las riendas del partido desde los primeros compases y empezaron a generar incertidumbre sobre la meta custodiada por Aulestia. Sin embargo, el empuje de los futbolistas entrenados por Juan Moya apenas duró un cuarto de hora. En este tiempo, el cancerbero visitante vio cómo Nacho Aznar le probaba con un lanzamiento a la salida de un saque de esquina. Segundos antes, Brahim era el que había obligado al meta vasco a estar atento bajo palos. 

Superado este empuje inicial, fueron los amarillos los que empezaron a disponer de más posesión de balón. Con superioridad en el centro del campo, el Cádiz se apoderó de la pelota y empezó a buscar la profundidad por bandas. Juan Villar lo intentó con un disparo desde la frontal. Instantes después el propio Juan Villar servía un balón desde banda para que Luque, entrando desde atrás, se topara con la oposición de Munir, una de la revelaciones de la temporada en la portería melillense. 

Precisamente un mal despeje del meta azulino, a los veinte minutos de juego, favorecería el 0-1 del Cádiz. Luque ejecutó una falta, el arquero local repelió con los puños pero dejó muerto el balón para que Juan Villar pusiera por delante a los de la Tacita de Plata. 

Confianza cadista con el 0-1 en el tanteador, aunque antes del asueto hubo ocasiones en una y otra área para mover el marcador. El juez de línea anuló un gol al cadista Domingo por considerar que éste partía en fuera de juego tras una asistencia de Juan Villar. Y en el 42', César Díaz encaró a Aulestia y le superó, aunque Moke evitó el empate melillense bajo la misma línea de gol.

Tiempo de asueto, consignas de los dos entrenadores y Agné que motivó a los suyos para buscar la sentencia en el segundo acto. Y así fue. Ésta no tardaría en llegar puesto que en apenas diez minutos desde la reanudación Carlos Álvarez ponía el 0-2. Excelente combinación entre Jorge Luque, Juan Villar y Carlos Álvarez y el cuero de nuevo a las mallas, tras remate del asturiano, para poner el resultado definitivo en el marcador.

El Cádiz, dotado de una mezcla de seguridad defensiva y eficacia en ataque, se convertía en el primer equipo que marcaba más de un gol como visitante en el estadio Álvarez Claro esta temporada.

Pudieron los amarillos sacar más tajada en forma de goles del coliseo norteafricano. Con el 0-2, el cuadro amarillo desplegó un fútbol de toque para dormir el partido, una nana que apaciguó a un Melilla que no encontraba revulsivos en los cambios. 

Aún así, no renunciaron los inquilinos del Ramón de Carranza a ampliar distancias en el luminoso y cerca estuvieron de hacerlo. Granell la puso desde la banda y Jorge Luque que ensayó un disparo que sólo la madera pudo repeler en lo que hubiera sido la guinda para un partido impecable del Cádiz. 

Los amarillos regresaron con los tres puntos al Carranza, un triunfo que debe servir para afrontar este tramo final de la temporada con tranquilidad y asegurar un poco más la permanencia en Segunda División B, objetivo ahora mismo primordial para la entidad.