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Una semana muy fructífera

  • La concentración en La Manga del Mar Menor ha servido para recuperar efectivos que arrastraban problemas físicos, firmar tres renovaciones y afinar el equipo con dos victorias

Los jugadores realizan un ejercicio durante una de las sesiones llevadas a cabo en La Torre Golf.

Los jugadores realizan un ejercicio durante una de las sesiones llevadas a cabo en La Torre Golf. / pascu méndez

El Cádiz ha superado el ecuador de su pretemporada tras completar una semana de concentración en La Manga del Mar Menor muy fructífera a tenor de lo que ha sucedido durante los últimos días. El conjunto amarillo se desplazaba a tierras murcianas para continuar con su preparación de cara a la campaña que arrancará el próximo viernes día 17 de agosto contra el Almería en el Ramón de Carranza. El propósito era acelerar la puesta a punto con una convivencia en el hotel La Torre Golf Resort & Spa que también ha servido para hacer grupo, algo muy importante en el vestuario y especialmente en relación a las nuevas incorporaciones, y para que el entrenador fuera afinando el equipo ante el inminente inicio liguero.

Deportivamente hablando, el objetivo se ha conseguido con creces. Ocho sesiones de entrenamiento, por momentos un trabajo intenso pero necesario, y dos amistosos saldados con dos nuevas victorias. Tras doblegar con bastante claridad en la provincia a adversarios muy inferiores como Barbate (0-9), Los Barrios (0-4) y Chiclana (0-3), los de Álvaro Cervera han dado buena cuenta de un Segunda B de dulce recuerdo como el Hércules (1-2) y de un Elche que competirá en la categoría de plata en calidad de recién ascendido (1-3).

Además, el stage ha permitido que varios jugadores que arrastraban problemas físicos e incluso algunos que apenas habían podido ejercitarse junto al resto de compañeros se hayan incorporado al grupo, de 29 en vez de 30 porque Dani Romera se quedó finalmente en Almería para recuperarse de la lesión sufrida en el encuentro del Arturo Puntas Vela de Rota. Al margen de Carrillo y Jauregi, que llegaban con molestias y han terminado trabajando con normalidad, los casos más significativos de futbolistas que ya tienen el alta médica y cuentan al 100% para el técnico son los de José Mari, que el sábado regresó después de casi ocho meses en el dique seco, y Garrido, que desde que concluyó el pasado ejercicio tampoco había saltado al rectángulo de juego.

Precisamente el centrocampista vasco, un pilar fundamental en el proyecto de la escuadra de la Tacita de Plata, ha sido protagonista de una de las mejores noticias en Torre-Pacheco al confirmar el club su renovación hasta junio de 2020, una temporada más de lo que tenía aunque con condiciones de mejora para las dos que tiene por delante. El director deportivo de la entidad, Juan Carlos Cordero, ha aprovechado el tiempo porque del mismo modo ha atado bien atado a dos activos del club, dos jóvenes valores como Manu Vallejo y David Toro que también han ampliado su compromiso como cadistas hasta 2021.

Los citados canteranos vienen acaparado atención junto a otros dos del filial, David Gil y Sergio, en los que Cervera ha depositado confianza, aunque sin ninguna seguridad de que vayan a tener continuidad cuando el balón ruede.

Pero como todo no iban a ser buenas nuevas, la semana en tierras murcianas también arroja lunares en forma de asuntos no solucionados. Más allá de que al plantel le falten o le sobren efectivos, altas y bajas pendientes, y en este sentido no se hayan producido novedades, la situación de Álvaro García preocupa y el propio Cervera así lo ha admitido. El extremo utrerano no fue traspasado con la oferta china que resolvía su futuro económico porque no satisfacía los intereses de la entidad, y ahora se encuentra en la tesitura de seguir cumpliendo como profesional mientras espera el desenlance marcado por la incertidumbre que vislumbra en el horizonte.

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