Javier Moyano y Santiago Pozas. Santiago Pozas y Javier Moyano. Los nuevos gestores del Cádiz ya cabalgan de la mano tras tomar las riendas del club. Y más que trotar, galopan hacia el futuro cumpliendo la hoja de ruta diseñada para dotar de pilares a una institución que se derrumbó tras consumarse el nuevo descenso a Segunda División B. Con el objetivo principal de dotar de estabilidad a la familia cadista, Moyano y Pozas, Pozas y Moyano, confían en conquistar de nuevo los corazones amarillos. Para ello, están obligados a empezar a regalar las primeras flores durante las próximas horas. La prioridad es nombrar al nuevo director deportivo, algo que podría hacerse entre hoy y mañana. Son muchos los nombres barajados. Algunos, como el caso del ex sevillista Ramón, incluso han sido ofrecidos. Y, acto seguido, será presentado el nuevo entrenador. La meta, lo dicen ellos, es "lograr el ascenso a Segunda el año que viene".

-¿Han experimentado un notable aumento en sus cargas de trabajo de un día para otro?

-Javier Moyano: Ya tenía bastantes ocupaciones hasta ahora, la verdad, pero lo que sí se me viene encima a partir de estos momentos es un mayor número de responsabilidades; y todas ellas habrá que afrontarlas con la mayor profesionalidad posible.

-Santiago Pozas: Ya había parte importante sobrer la mesa. Y ahora habrá un nivel de decisión mayor, sobre todo porque la situación actual del club obliga a replantearse muchas más cuestiones de las que la gente se piensa.

-¿No les ha cogido por sorpresa la decisión del consejo de administración en funciones, verdad?

-JM: Sabía que no iba a ser el presidente, pero sí que tendría que asumir la gestión del club en estos momentos. Y es algo lógico. Antonio Muñoz Vera ya no es el presidente ejecutivo y lo más normal era que tanto Santiago como yo nos pusiéramos al frente de la misma.

-SP: Una vez que el consejo de administración dimitió, entraba en la lógica este relevo. Javier y yo llevamos tiempo aquí y éramos los más indicados para diseñar el modelo de gestión profesional que se pretende tener.

-¿Afrontan sus nuevos papeles con más obligación que voluntariedad?

-JM: Nadie me ha puesto una pistola en el pecho. Me comprometí a trabajar para el club y eso hago, cumplir con mi obligación. Mi continuidad, imagino, pasaba por esto, por comandar la nueva gestión.

-SP: Es algo que se afronta con muchas ganas. Estos retos son los que verdaderamente nos gustan a los profesionales. Y este tiene de todo: preocupaciones, riesgos, responsabilidades, ilusión, expectación... es un trabajo muy, muy importante.

-¿Qué objetivos se han marcado a corto, medio y largo plazo?

-JM: El objetivo, deportivamente hablando, es subir a Segunda División A lo antes posible. Y si es en esta misma temporada, pues mucho mejor. En lo que respecta a la gestión del club en sí misma, queremos dejar todo organizado de forma muy sólida, que la estructura quede lo suficientemente consolidada de cara al futuro.

-SP: El más importante es que en el club haya estabilidad en todos los aspectos. Para ello, iremos cumpliendo con los diferentes pasos que han quedado marcados en la hoja de ruta para el futuro. Y es vital que en lo deportivo todo se ponga en marcha lo antes posible. La prioridad es la llegada del nuevo director deportivo. Luego, la del entrenador. A partir de ahí, habrá que ir confeccionando la nueva plantilla. El objetivo es el ascenso. El Cádiz, como mal menor, debe estar en Segunda División A. Lo que pasa a día de hoy son unas circunstancias pasajeras, y ojalá sean tan pasajeras como las que se dieron tras el último descenso a Segunda División B. En lo que respecta exclusivamente a Javier y a mí, trataremos de que la estructura económica y financiera se mantenga estable.

-También hay que poner en marcha lo antes posible la campaña de abonados. Y el aficionado cadista, la verdad, no parece muy entusiasmado con su equipo.

-JM: En breve se llevará a cabo esa campaña, pero lo primero es el director deportivo y el entrenador; buscar cosas, personas y gestos que devuelvan la ilusión al seguidor cadista. Soy muy optimista respecto a la respuesta de la gente. Sé que no va a ser fácil llegar a un buen número de socios, pero por nuestra parte no va a quedar el intento de captar el máximo de abonados posible. Hay que volver a ilusionar y, aunque estemos en Segunda B, se tratará de traer caras nuevas que motiven a los aficionados a ir al estadio, a hacerse socio. Desde que se consumó el triste descenso, estamos trabajando, tomando decisiones.

-SP: Lo de la afición con el equipo, si se me permite la expresión, es un calentón lógico. Pero nadie abandona a un familar enfermo. El mundo del fútbol juega con mucho sentimiento y todo engancha, incluido una campaña de abonados. La gente quiere ver buen fútbol y eso es lo que hay que conseguir. Somos conscientes de que venimos de sufrir dos palos muy duros en dos años. Y eso afecta mucho, al aficionado y a la estructura del club. Si nos hubiésemos mantenido en Segunda A, otro gallo cantaría todas las mañanas. En Primera, no cabría un alma en el carranza. Y, en Segunda B, es lógico, cuesta llenar un estadio todos los domingos.

-¿Qué está más cerca, la venta o la continuidad del actual consejo de administración en funciones?

-JM: No lo sé, la verdad. Y yo soy parte interesada. Si se vende el paquete mayoritario de acciones, no sé si el nuevo grupo contaría con mis servicios.

-SP: Es un momento delicado económicamente porque llevamos dos descensos en dos años. Vamos a necesitar un tiempo prudencial para tener algo de estabilidad.

-¿Qué se le dice a quien sigue pensando que ustedes serán hombres de paja con Antonio Muñoz Vera trabajando en la sombra?

-JM: No será así, ya lo dejé claro en la rueda de prensa del pasado martes en el Carranza. Son muchos los años que Santiago Pozas y yo llevamos trabajando y no tenemos ni edad ni ganas de convertirnos en hombres de paja.

-SP: Para nada vamos a ser hombres de paja. Llevo mucho tiempo haciendo mi trabajo y seguiré haciéndolo. Hasta ahora he ejercido mis labores de puertas hacia adentro; y ahora lo haré más de puertas hacia afuera. Javier Moyano lo dejó claro el martes y ahora lo voy a dejar yo: las riendas están más que tomadas".