Cádiz CF

La reválida como visitante

  • El conjunto amarillo, que no ha ganado fuera a ningún rival directo, afronta el reto de mejorar en la segunda vuelta los números a domicilio para pujar por la primera plaza.

El comienzo de la segunda y definitiva vuelta de la competición liguera obliga al Cádiz a mejorar, y mucho, sus números a domicilio si quiere tener verdaderas posibilidades de ocupar el trono del grupo IV, el objetivo marcado con rotulador grueso antes de afrontar el play-off en busca del deseado regreso a la categoría de plata, una urgencia deportiva y económica para la entidad. La primera prueba de fuego será el próximo domingo nada menos que contra el Betis B, un rival directo en la puja por el reinado (tercer clasificado con dos puntos menos) y en un escenario de Primera como es el estadio Benito Villamarín.

La visita a Heliópolis es una ocasión de oro, en el recién estrenado 2015, para cambiar de cara y empezar a dar pasos firmes en pos de la regularidad que todo aspirante a campeón debe mostrar más allá del calor de su parroquia. El duelo ante el filial verdiblanco se presenta además como una oportunidad para dar un golpe de autoridad ante un adversario que ha crecido con el paso de las jornadas y se mueve en las alturas sin la exigencia que tienen los amarillos. Y es que el Cádiz no ha sido capaz de ganar hasta la fecha en el terreno de los equipos que transitan en la parte alta de la clasificación. Perdió en la vieja Condomina ante el líder UCAM Murcia, empató en Jaén -cuarto- y cayó en el Municipal de La Línea frente a la Balona -quinta en la tabla-.

Si en el estadio Ramón de Carranza la fortaleza como anfitrión es indiscutible, la asignatura que no terminan de aprobar los amarillos es la de las visitas a tenor de las cifras contabilizadas durante el transcurso de la primera vuelta. Las nueve comparecencias lejos de casa dejaron un rastro de sólo dos victorias -ante Sevilla Atlético y Cartagena por el idéntico marcador de 1-3-, cuatro empates -todos a uno en los terrenos del Jaén, Marbella, Melilla y Almería B- y tres derrotas -frente a UCAM Murcia (1-0), Balona (2-1) y Villanovense (1-0)-. De los 27 puntos disputados en nueve citas, los gaditanos sólo sumaron 10 y 17 -casi dos tercios- se perdieron en el camino. En todos los envites recibió un gol salvó en La Línea, donde le hicieron dos. Esas vías de escape, tanto en puntos como en goles, impidieron que el cuadro cadista convirtiera en realidad el objetivo del asalto al liderato, del que sólo le separan tres puntos a pesar de las carencias que salen a relucir cuando traspasa la frontera de la capital gaditana.

Esos escasos 10 puntos obtenidos sobre el césped son un escuálido botín para el considerado como gran favorito. Se trata de la peor puntuación obtenida en campo ajeno en la primera vuelta de las últimas cinco temporadas -desde la caída a Segunda B- con la única excepción de la nefasta campaña 2012/13, cuando el Cádiz cerró el tramo inicial del curso con sólo 5 puntos de 27 como visitante y en posición de descenso -un triunfo, dos tablas y seis derrotas- bajo el paraguas de Sinergy, que estuvo cerca de mandar el club a Tercera.

En las campañas 2010/11 y 2011/12, el equipo cerró la primera vuelta con 15 puntos de 27 posibles (más de la mitad), tres más que en la que está en marcha. En la 2013/14, la más reciente, el equipo amarillo se caracterizaba por sufrir lo indecible cuando le tocaba jugar a domicilio, pero aún así capturó 12 puntos (tríos de victorias, igualadas y tropiezos), dos más que ahora.

Ninguna de las cinco primeras vueltas más cercanas en el tiempo (desde el regreso a la categoría de bronce) resiste la comparación con la de la brillante temporada 2008/09, la del último ascenso a Segunda A con Javi Gracia -ahora técnico del Málaga en Primera División- como inquilino del banquillo. En aquella primera vuelta, el Cádiz ganó siete partidos, empató dos y no perdió ninguno en un total de nueve visitas. Sumó 23 puntos de los 27 en liza de fuera de casa y en el ecuador del campeonato ya lideraba con autoridad el grupo IV con nada menos que 43 puntos, cinco de ventaja sobre el segundo (el Polideportivo Ejido) y 11 más que el quinto (Puertollano). El conjunto amarillo sacó además sobresaliente en la faceta goleadora, con una meritoria cifra de 20 tantos marcados en esos nueve partidos (una media de algo más de dos por cada choque).

El presente en Segunda B refleja que la nota del actual ejercicio en territorio enemigo es un suspenso, aunque la vida le concede la oportunidad de aprobar la asignatura en una segunda vuelta en la que aguardan diez salidas, algunas a campos de los considerados típicos de Segunda B. Después de pasar por el Benito Villamarín, los siguientes desplazamientos llevarán a los hombres de Claudio Barragán a medirse a La Roda, Granada B, La Hoya Lorca, Cacereño, San Roque de Lepe, El Palo, Lucena, Córdoba B y Arroyo en el epílogo de la Liga. Necesitará sumar muchos más puntos que en la primera vuelta fuera de casa para llegar a clavar en el pico más alto del grupo la bandera cadista ante de adentrarse en una nueva fase de ascenso. Sería la cuarta en cinco temporadas y la segunda como campeón si logra el primer objetivo en el que ahora anda atareado por amarrar.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios