El Cádiz volverá a jugar el próximo domingo a domicilio tres semanas después del último encuentro lejos de su feudo. La derrota por la mínima en la visita al Sevilla Atlético dejó patente la asignatura pendiente que tiene el conjunto amarillo cuando realiza un desplazamiento para poder alcanzar el trono de la clasificación.

El equipo entrenado por Jose González ha disputado hasta la fecha siete partidos de Liga en campo contrario, de los que sólo ha ganado dos, en La Línea de la Conpcepción (0-2 ante la Balona) y en Roquetas de Mar (1-2 frente a la escuadra de la localidad almeriense a mediados de octubre). Otros tres encuentros a domicilio han acabado en empate (1-1 en la visita al Jaén, 0-0 contra el Sporting Villanueva Promesas y 2-2 en Melilla) y otros dos han supuesto las únicas dos derrotas en lo queva de temporada (3-0 en Lucena y un 1-0 ante el Sevilla Atlético). En total, 9 puntos de los 21 que se han puesto en liza, un bagaje escaso para un equipo que aspira a todo esta campaña de la mano del ambicioso proyecto de Quique Pina.

El Cádiz es el equipo más débil a domicilio de los cuatro primeros clasificados. El Betis B, líder, ha sumado 13 puntos, uno menos que el Lucena, (14) y uno más que la Balona (12). Si el cuadro gaditano es capaz de mejorar sus números como visitante tendrá más papeletas para acceder a un liderato que de momento se le resiste después de quince jornadas.

Si el rendimiento de los amarillos decae cuando se baten el cobre fuera de sus dominios, en cambio son los mejores locales de todo el grupo IV con un otal 20 puntos, uno más que el filial del Betis -ha jugado un encuentro menos como anfitrión- y del Sevilla.

Y es que pese al enorme enfado de la afición cadista en los dos duelos caseros consecutivos, lo cierto es que el conjunto de Jose ha convertido el Carranza en un fortín. Salvo dos excepciones (empates sin goles frente a Ceuta y La Unión), los seis partidos restantes en su fuedo los ha saldado con victoria, con un balance nada despreciable de 19 goles a favor -una media de 2,3 por encuentro- y sólo cuatro en contra -un promedio de 0,5-. Si los gaditanos marchan terceros en la tabla -tres puntos por debajo del primero- es por los números positivos contabilizados delante de su parroquia.

La balanza goleadora se vuelve negativa cuando se trata de competir en campo adverso. El Cádiz ha marcado siete tantos en sus visitas -una media de uno por choque- y ha recibido ocho, lo que demuestra cierta vulnerabilidad más allá del estadio Carranza. La visita al Lorca Atlético el próximo domingo se presenta como una buena posibilidad para enderezar el rumbo a domicilio.