Con 40 puntos en las alforjas y con 18 jornadas por delante para alcanzar la mágica cifra de 50 que teóricamente aseguran la permanencia, el cadismo tiene motivos más que sobrados para soñar con cotas mayores, por más que desde la entidad ni se hable ni se quiera escuchar absolutamente nada que se refiera a objetivos más allá de la salvación. En esa vorágine irrefrenable de ilusión, los aficionados también anhelan que la plantilla mantenga el máximo nivel, incluyendo a jugadores que con el paso de los partidos se han ido ganando a la grada a base de fútbol y goles, como es el caso de Alfredo Ortuño.

El murciano, máximo realizador del equipo que dirige Álvaro Cervera con 14 dianas, se convirtió en el refuerzo estrella del pasado verano por cuanto era una pieza muy codiciada por otros clubes. Apuesta personal de Quique Pina, el delantero llegó en calidad de cedido por Las Palmas, entidad a la que pertenece, en gran medida por la buena relación que mantiene con el consejero delegado.

14Tantos. A dos del Pichichi provisional, Joselu, que podría estar en la agenda

El tiempo ha confirmado el enorme acierto de su incorporación a la plantilla, pero en la misma medida que los números que registra contribuyen a la magnífica marcha de la escuadra gaditana también le sitúan en un lugar preferente en el escaparate del mercado, y a tenor de lo sucedido durante las últimas temporadas con los grandes goleadores de la categoría, salvo que el Cádiz consiga el ascenso a Primera, difícilmente Ortuño siga vistiendo de amarillo una vez rebasado el 30 de junio.

El argumento para razonar lo complicado que se antoja que Alfredo continúe en Segunda sirve igualmente para el caso de Joselu, ariete onubense del Lugo que lidera la tabla de goleadores de Segunda, con 16 tantos, y por el que podría estar interesado el club cadista pensando ya en el futuro.

Y es que en las últimas ocho temporadas, ningún máximo goleador de la categoría de plata se quedó a la siguiente campaña sin dar el salto. Habría que remontarse a la 2007/08 para encontrar al isleño Yordi, que se hizo con el Pichichi con 20 tantos en las filas del Xerez y se marchó al Córdoba, de nuevo en Segunda, antes de colgar las botas.

Desde entonces, todos los jugadores que consiguieron el galardón de máximo realizador obtuvieron como recompensa añadida jugar en la máxima categoría. En la 2008/09, el almeriense Nino marcó 29 tantos para el Tenerife y disfrutó su éxito con el cuadro insular en Primera antes de prolongar su carrera, ya como veterano, en Osasuna y actualmente en el Elche.

En la 2009/10, el alicantino Jorge Molina anoto con el Elche 26 dianas y se marchó al Betis, en Primera, si bien a día de hoy juega en Segunda en las filas del Getafe.

En la campaña 2010/11, el Pichichi de Segunda con 32 goles fue el catalán Jonathan Soriano, del Barcelona B, que no encontró acomodo en el equipo de Guardiola y acabó en el Salzburgo de la Primera División austríaca.

En la 2011/12, el argentino Leonardo Ulloa marcó para el Almería 28 tantos y después puso rumbo al Brighton de la Premier inglesa.

En la 2012/13, el brasileño Charles Dias, también del Almería, hizo 27 tantos y dio el salto con el Celta a Primera, en donde juega aunque ahora con el Málaga. En la 2013/14, el riojano Borja Viguera proporcionó al Alavés 25 goles antes de irse al Athletic de Bilbao. En la 2014/15, el grancanario Rubén Castro celebró el ascenso con el Betis anotando 32 dianas.

Por último, en la 2015/16, el cordobés Sergio León marcó 22 con el Elche y el pasado verano se incorporó a Osasuna, en Primera. Un ejemplo más, como los anteriores, de lo extraño que resultaría que un máximo goleador, llámese Ortuño o Joselu, jugara en un Cádiz en Segunda el próximo año.