El máximo accionista del Cádiz, Antonio Muñoz Vera, desveló este jueves en el programa La jugada amarilla de Canal Sur Radio algunas de las incógnitas que se ciernen sobre el futuro del club amarillo. Muñoz volvió a repetir por activa y por pasiva que su deseo es vender el club "cuanto antes" pero también advirtió que para ello necesita "unas garantías" y por ello no puede asegurar "que en diez días vaya a estar vendido el club".

El empresario cordobés reconoció al periodista Javier Lacave que está en negociaciones con hasta seis grupos, todos ellos de capital extranjero, para la venta del paquete mayoritario de acciones y adelantó que las conversaciones están "muy adelantadas" con dos de ellos, uno de los cuales sería el conocido grupo brasileño encabezado por Roberto de Assis, hermano del ex futbolista del Barça y el Milán Ronaldinho Gaucho. Sobre el interés de los sudamericanos, el máximo accionista aseguró que "ellos saben que están comprando una ganga" e informó que piden quince días de plazo para cerrar la operación. Además, "viendo los números ven que el precio es muy razonable", señaló.

Antonio Muñoz recalcó que para él "lo primero son los intereses del Cádiz" y para ello "hay que vender a alguien que venga con un proyecto bonito y con garantías". No quiso dejar la oportunidad de responder a las voces críticas que le acusan de poner excesivas trabas a los compradores remarcando que "la venta no sólo depende de que yo quiera vender, sino de que la otra parte esté dispuesta a comprar y dé el paso definitivo” y en Cádiz "se me pide que venda y me vaya pero luego también nos dicen que no vayamos a vender a cualquiera, ¿qué tengo que pedir permiso? Es muy fácil decir y dar lecciones pero con el dinero de otro, pero cuando hizo falta poner dinero lo pusimos nosotros”, aseveró.

Acerca de la gestión deportiva, el máximo accionista mantuvo su discurso de no inmiscuirse en el trabajo del actual presidente, Enrique Huguet, aunque sí dejó entrever que preguntará a la actual Junta directiva por lo sucedido esta temporada. "Como máximo accionista tengo el derecho y la obligación de preguntar qué pasa con la gestión aunque me mantenga totalmente al margen de las decisiones", explicó. También aclaró que, aunque el club se encuentre en proceso de venta, "el club no está paralizado" y tanto el director deportivo como el entrenador están ya trabajando de cara a la próxima campaña. Por otro lado, defendió la gestión de la cantera realizada durante su mandato, indicando que "la cantera está más cuidada que nunca, pero mientras más fichajes se hagan más puertas se le cierra a la cantera. En momentos como estos es más complicado porque tenemos muchas necesidades, si estuviésemos en Segunda sin riesgo de descender se le podría dar más hueco a los jóvenes”.

Por último, pidió tranquilidad al cadismo, que pase lo que pase "el Cádiz sigue", y destacó el importante papel de los aficionados en la construcción de un equipo de garantías con el que afrontar el reto de retornar a Segunda División. “El Cádiz tendrá mejor o peor plantilla dependiendo del número de abonados, si la afición da la espalda al club tendría menos posibilidades de hacer una mejor plantilla”, finalizó.