Cádiz CF

El póquer más duro para los amarillos

  • El conjunto cadista recibe por primera vez cuatro goles en un solo partido desde la llegada al banquillo de Álvaro Cervera.

Sagués Oscoz expulsa a Bodiger en el partido contra el Alcorcón en el que el Cádiz recibió tres goles.

Sagués Oscoz expulsa a Bodiger en el partido contra el Alcorcón en el que el Cádiz recibió tres goles.

En lo bueno y en lo malo, para todo hay una primera vez, a veces de manera sorpresiva. El Cádiz Club de Fútbol nunca había recibido cuatro goles en un solo partido durante el largo periodo de Álvaro Cervera en el banquillo hasta el encuentro contra el Numancia que cerró el tramo inicial de la temporada 2019/20. El último compromiso del año salió al revés de cómo pretendían los amarillos. Derrota delante de su parroquia y un saco de goles en contra que nadie podía imaginar.

Si por algo se caracteriza el Cádiz es por la consistencia que hace tres años le condujo al ascenso a Segunda División A y a la permanente batalla por subir a Primera en las cuatro campañas que desde entonces acumula en la categoría de plata.

De hecho, los gaditanos lideran la clasificación y por tanto son uno de los principales aspirantes a militar en la élite del balompié español el próximo curso si son capaces de mantener su trayectoria en la segunda y definitiva parte de la temporada.

Hasta la fecha parecía imposible que el conjunto amarillo tuviese que ir a buscar el balón al interior de su portería hasta en cuatro ocasiones en un mismo partido. Pero el fútbol, que no deja de ser un juego, es impredecible.

El Cádiz se las prometía felices con el madrugador tanto de Alberto Perea que mostraba el camino de la victoria en el choque contra los numantinos. El campeón de invierno manejaba el partido con tranquilidad, aunque todo cambió de pronto tras la expulsión de Salvi en los coletazos iniciales de la segunda parte. El plan se vino abajo y el equipo se desmoronó.

Los amarillos habían recibido tres goles en nueve partidos con Cervera en el banquillo: ocho como visitantes y una sola vez en el estadio Carranza (aquel 3-3 ante el Real Zaragoza) en el ejercicio 2018/19.

Esos ocho envites fuera de casa fueron los siguientes: en la campaña 2016/17, 3-2 en el campo del Mirandés, 3-0 ante el Rayo Vallecano, 3-2 en Getafe y 3-3 en la visita al Sevilla Atlético. En la campaña 2017/18, 3-0 en Lorca, 3-1 ante el Barcelona B y el inolvidable 3-5 en el terreno del Betis en la Copa de Rey. Y en la 2019/20, 3-0 frente al Alcorcón.

Y llegó el fatídico duelo con el Numancia que marca un precedente que no deja de ser un hecho aislado a día de hoy. El Cádiz se quedaba con un jugador menos por expulsión de Salvi, el equipo perdía los nervios, la solidez se evaporaba y sucedía lo que nunca había pasado antes: tres goles de los sorianos en la segunda parte que se sumaban al que habían marcado antes del descanso.

El fortín del conjunto de Cervera saltaba por los aires y el Cádiz dejaba de ser el único equipo que no conocía la derrota como anfitrión. No hay escuadra que no haya perdido en su feudo.

Como curiosidad, un dato: el líder del torneo de la regularidad había recibido sólo cuatro tantos en sus primeros nueve encuentros ligueros en el estadio Carranza. Ningún un adversario había anotado más de un gol en el santuario cadista hasta que llegaron los de Soria para firmar cuatro en un partido frente a los otros cuatro que hicieron en un total de 810 minutos entre la Ponferradina, el Extremadura, el Sporting de Gijón y el Lugo.

La estadística refleja números que no admiten discusión pero está sujeta a interpretaciones. A tenor del recorrido del Cádiz, los cuatro goles en contra ante el Numancia obedecen a un mero accidente fruto de un mal día en el que se unen varias circunstancias.

Si todo sigue su curso, será difícil que el conjunto gaditano vuelva a pasar por el mal trago de los cuatro goles en su portería.

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