El Cádiz se ve inmerso en una dinámica negativa de resultados que pretende revertir de inmediato. El próximo sábado regresa al estadio Ramón de Carranza con la misión de quedarse con los tres puntos frente al Osasuna de Aridane. El equipo amarillo, con dos derrotas y un empate en las últimas tres jornadas, tropieza con un bache y es cuando más echa de menos a jugadores llamados a ejercer un protagonismo que ahora no tienen por causas. José Mari, Álvaro García y David Barral son futbolistas que en condiciones normales deben ser titulares pero se han perdido buena de los encuentros de Liga ya tachados del calendario. Son ausencias simultáneas y prolongadas que el equipo las acaba notando quiera o no por más que se diga que la plantilla es larga.

El roteño es el que menos ha participado debido a la lesión de tobillo que le obligó a retirarse poco antes del descanso del partido contra el Córdoba de la jornada inaugural. Desde entonces no juega el medio, enfrascado en una dolencia que se ha complicado más de lo previsto. Y el equipo lo nota.

Álvaro García ha estado más ausente que presente. De las siete citas ligueras se perdió cuatro, una de ellas por su bajo estado anímico ante la tentadora oferta del Getafe en la recta final del mercado veraniego de fichajes y las otras tres por una fuerte contusión en una rodilla.

Las tres ausencias y media de Barral se dieron por circunstancias de diversa índole. La primera obedeció a un esguince de tobillo del que se recuperó con rapidez. La segunda se debió al castigo impuesto por el entrenador por un acto de indisciplina y la tercera, al ser sancionado tras ser expulsado en el partido anterior, al que ni siquiera llegó al descanso al ver la cartulina roja -por doble amonestación- en el minuto 38.

En los envites de las cuatro primeras jornadas siempre jugó al menos uno de los tres. En el estreno del curso el Nuevo Arcángel José Mari, Álvaro García y Barral coincidieron en el once inicial. En la segunda cita, frente al Alcorcón, sólo estuvo el utrerano, que no viajó a Lugo en la tercera -tampoco José Mari- y el isleño, que sí jugó, marcó de penalti el gol del triunfo. El ariete y el sevillano volvieron a coincidir sobre el césped en el duelo del cuarto capítulo contra el Nástic de Tarragona y fueron ellos los que lideraron el último triunfo hasta la fecha en el torneo doméstico.

La mala racha en la que se ve envuelto el Cádiz va aparejada a la ausencia a la vez de tres jugadores relevantes con calidad para militar en el equipos de Primera División. Maldita casualidad. En el quinto capítulo, cuando el conjunto amarillo sufrió su primera derrota (1-0) de la temporada, ninguno de ellos saltó al terreno del estadio Carlos Tartiere. En el sexto, en casa ante el Numancia (empate a cero), sin José Mari ni Álvaro García, la presencia de Barral no se prolongó más allá de la primera parte arrastrado por su expulsión. Y en la reciente visita al campo del Lorca FC, en el peor partido de los gaditanos en mucho tiempo, tampoco estuvieron.

El Cádiz necesita cuanto antes a sus futbolistas más importantes y para el envite contra el Osasuna en principio estará disponible Barral una vez cumplido el castigo de un encuentro que le impuso el Comité de Competición. Álvaro García y José Mari ya empezaron a tocar balón la semana pasada y quizás puedan entrenarse con normalidad en los próximos días, aunque no parece nada fácil que puedan ponerse a las órdenes de Álvaro Cervera para la cita del sábado, sobre todo en el caso del centrocampista, que acumula cerca de mes y medio sin competir y necesita coger el tono físico adecuado para volver a disputar en condiciones un partido oficial.