No es habitual que el Cádiz reciba tres goles en un partido. Si por algo se caracteriza el conjunto amarillo es por la solidez con la que suele mostrarse en cada cita. No es fácil hacerle un tanto y cuando eso sucede es que algo ha ido realmente mal. Cuando se acumulan los errores se dan marcadores como el 3-0 del Francisco Artés Carrasco, un borrón que en principio se trata de una situación puntual.

No es la primera vez que el Cádiz recibe tres goles en un solo encuentro desde que Álvaro Cervera es el inquilino del banquillo. En los 65 envites oficiales como preparador cadista que el técnico cumplió el pasado sábado en la visita al Lorca, fue precisamente en esa cita la quinta ocasión que los amarillos vieron perforada su portería con tres goles. La primera vez fue ante el Mirandés en la cuarta jornada de la pasada temporada, cuando cayó por 3-2 y recibió tres dianas cuando ya estaba con un jugador menos por expulsión de Gorka Santamaría.

La segunda sucedió en la octava jornada, cuando perdió de manera contundente en Madrid contra el Rayo Vallecano por 3-0, el mismo resultado adverso que el cosechado en Lorca hace un par de días. Sin duda el marcador en contra más abultado de la era Cervera. Tanto en Murcia como en Vallecas el naufragio fue indiscutible.

Tres tantos volvió a recibir en Getafe en el 25º capítulo, aunque la derrota fue por la mínima (3-2). La cuarta vez que el Cádiz tuvo que recoger la pelota en tres ocasiones en un mismo partido fue en la visita al Sevilla Atlético en la 40ª jornada. Fue la única vez que con tres goles en contra el equipo amarillo esquivó la derrota y arañó un empate.