Cádiz CF

La oscilación del péndulo

  • Los amarillos se malacostumbran a recibir al menos un tanto en cada partido pero compensan esa carencia con una elevada producción de goles en la portería contraria

José Mari intenta arrebatar el cuero a Blanco Leschuk durante el encuentro ante el Málaga.

José Mari intenta arrebatar el cuero a Blanco Leschuk durante el encuentro ante el Málaga. / Jesús Marín

Una de las asignaturas que el Cádiz CF pretende aprobar con nota en la recta final de la temporada está directamente vinculada con el sistema defensivo. La consistencia que suele mostrar el conjunto amarillo (su principal línea argumental) ofrece el contrapunto de alguna fisura que provoca el gol del rival de turno. Y cuando el oponente marca, la victoria se convierte en una misión aún más complicada. La consecuencia es que vuelan puntos que quizás se echen en falta a la hora de hacer la cuenta definitiva del campeonato. Todo está muy apretado en la batalla por un puesto en la fase de ascenso.

Las cifras desvelan las dificultades que pasa el Cádiz CF para dejar la puerta a cero. De los 15 partidos disputados en la segunda vuelta (no se incluye el duelo ante el Reus), sólo cuatro acabaron sin que Alberto Cifuentes se viese obligado a recoger el balón en el interior de su portería. Sólo en dos de las últimas diez citas se quedó sin recibir un gol.

Cuando el contrario no da en la diana, el triunfo es una opción más cercana. De hecho, los de Álvaro Cervera ganaron tres partidos cuando su arco quedó intacto: 2-0 frente al Tenerife, 1-0 ante el Albacete y 0-3 en el campo de Las Palmas. La única vez que no venció fue en el empate a cero en el terreno del Almería en la inauguración de la segunda rueda.

La fortaleza del Cádiz CF salta por los aires en acciones puntuales. En el reciente choque contra el Málaga, un error en un saque de esquina en el área contraria fue el origen del gol del cuadro visitante en una contra de manual. Una semana antes, los gaditanos tenían el partido en su mano en la visita al Rayo Majadahonda (ganaban 0-1) hasta que un fallo defensivo echó por tierra el aparente control y el tanto de la modesta escuadra madrileña transformó el necesario triunfo en un empate que se quedó corto. La situación se repitió en el duelo frente al Córdoba, ante el Lugo, en Elche…

En el recorrido global de la Liga 2018/19, el equipo gaditano acumula once partidos con la portería a cero, muy lejos de los 20 (casi la mitad de las jornadas) que la pasada campaña le llevaron a ser el conjunto menos batido (sólo 29 tantos en contra, el único que bajó de la treintena).

Los de Cervera compensan los problemas para evitar el gol con una elevada producción en ataque. Sólo dejaron de marcar en dos compromisos de la segunda vuelta, el de la mencionada equis en Almería (0-0) y el de la derrota en Elche (1-0).

La capacidad anotadora del Cádiz CF está fuera de toda duda. Marcó en 13 de los 15 encuentros dirimidos tras el ecuador de la Liga y acertó al menos en una ocasión en los últimos siete envites en los que no faltó a su cita con la salsa del fútbol.

Sólo el imparable Osasuna mejora esos números. Los navarros no vieron puerta únicamente en un partido de la segunda vuelta, el del pasado fin de semana cuando empataron a cero en el feudo del Alcorcón.

La frecuencia goleadora lleva a los amarillos a ser el segundo máximo del torneo con 50 dianas. Es el único que alcanza el medio centenar además del líder, que acredita 52 en su camino directo a Primera División.

En esa constante búsqueda del equilibrio, el Cádiz CF se afana en cerrar a cal y canto su portería para no tener que fiarlo todo a la inspiración en las tareas ofensivas. Si recibe un gol está abocado a hacer dos para pujar por la victoria. Si el rival no marca, le basta con uno en la portería del adversario para poder inclinar la balanza a su favor.

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