cartagena - cádiz

Una oportunidad de oro

  • El equipo amarillo vuelve a la Liga con una complicada visita a Cartagonova y la ocasión de recortar dos puntos más al líder en la primera prueba de fuego del nuevo entrenador.

El agradable sabor de la Copa del Rey, más allá de la derrota (1-2) intrascendente frente al Villarreal, deja paso a la cruda de la realidad de la Liga en Segunda División B, la que de verdad importa en este momento de la historia del Cádiz, en su permanente tentativa de regresar cuanto antes a la categoría de plata, perdida hace ya cuatro años y medio. Casi sin tiempo para respirar, con poco margen para preparar el partido, la escuadra amarilla comparece en el campo del Cartagena en una de las visitas más comprometidas de la temporada (en el estadio Cartagonova a partir de las 12 del mediodía, televisado en directo por 8TV). Jugó la noche del pasado jueves contra el conjunto castellonense que milita en Primera (habita en la sexta plaza), ayer emprendió un largo viaje en autobús para hacer noche en un hotel del municipio enclavado en la Región de Murcia y hoy le toca madrugar para afrontar un partido en el que habrá cambios en el once inicial en relación al que salió en el duelo copero.

El encuentro dominical es más importante de lo que parece en el 16º capítulo del campeonato, que supone la primera salida del Cádiz con Claudio Barragán como inquilino del banquillo, la primera prueba de fuego del entrenador recién llegado tras el plácido estreno frente al Lucena.

El equipo gaditano, tercero en la tabla, tiene una oportunidad de oro para dar un bocado en la clasificación a los dos rivales que van por delante. Un victoria le impulsaría de manera directa a la segunda posición tras la derrota sufrida en la tarde ayer por la Balona. Pero ahí no queda la cosa. El premio más goloso sería recortar dos puntos más al líder, el UCAM Murcia, que ayer no pasaba del empate en la Ciudad Deportiva del Sevilla. La diferencia de seis quedaría menguada a cuatro.

Un triunfo del Cádiz tendría además el valor añadido de dar un golpe de autoridad en el terreno de un Cartagena que, ubicado en la novena posición con cinco puntos menos que su rival, encara el duelo como se de una final se tratara para tratar de engancharse a la puja por la fase de ascenso. Los albinegros se toman el choque como una cita especial y su motivación será extra, como ya es habitual en los que equipos que se miden al Cádiz, considerado como el grande de la división de bronce. No debería pillar por sorpresa, por tanto, a los hoy visitantes si los locales salen a morder como perros de presa acuciados por la necesidad y la entidad del adversario. El entrenador, Claudio Barragán, comentaba hace menos de dos semanas en su presentación que los jugadores tienen que poner al menos la misma intensidad que el adversario y el de hoy es uno de esos partidos en el que debe quedar patente la filosofía del nuevo técnico.

La derrota ante todo un Primera como es el Villarreal en el encuentro de Copa no es un trago amargo para una plantilla que, pese a perder el partido, saca conclusiones positivas después de tutear a un rival de la parte alta de la Liga BBVA. La autoestima sube por la buena imagen ofrecida en el torneo copero y por la holgada victoria (3-0) conseguida ante el Lucena en el estreno de Claudio. El siguiente objetivo es entrar en una corriente positiva de resultados con la que asediar un liderato que, si no da tiempo a capturar antes del cierre de la primera vuelta, sí puede quedar a tiro de piedra de cara a la segunda y definitiva ronda de la competición doméstica.

La alineación presenta a priori algunos cambios en relación a la del pasado jueves. Oinatz Aulestia vuelve a la portería tras el paso de Ricardo Alonso por la Copa. En defensa todo apunta a que Mantecón continúa en el lateral derecho, posición que ha ocupado desde el aterrizaje del técnico valenciano para paliar la ausencia de Óscar Rubio. Servando regresa al eje de la zaga junto con el capitán Josete, mientras que Andrés Sánchez -no jugó el jueves- repite en el costado izquierdo como ya hizo hace una semana ante el Lucena.

Jon Ander Garrido y Juanma Espinosa parecen fijos en la medular para llevar el timón del equipo tras la exhibición de ambos contra el Lucena. Juan Villar se postula como extremo diestro, mientras que Kike Márquez, titular y goleador en los envites ligueros más recientes (marcó en La Línea ante la Balona y frente al Lucena), tiene muchas papeletas para ubicarse en la banda izquierda del ataque tras descansar en la cita de Copa.

En la zona más adelantada se abre el melón de la incógnita. Fran Machado, Jona y Airam Cabrera tienen que repartirse dos puestos. El preparador cadista debe decidir si apuesta por dos delanteros puros -el malagueño y el canario- o alinea sólo a uno y coloca al granadino como enganche en tres cuartos. En su estreno en casa se decantó por los dos arietes, pero la historia de hoy es bien distinta.

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