CÁDIZ | OVIEDO

El momento más difícil de Cordero

  • El director deportivo del club atraviesa un periodo desagradable por el reciente ingreso en prisión de Quique Pina y su condición de investigado en la Operación Líbero

Juan Carlos Cordero (i) y Quique Pina.

Juan Carlos Cordero (i) y Quique Pina. / jesús marín

El director deportivo del Cádiz, Juan Carlos Cordero, atraviesa su momento más delicado desde que aterrizó en el club. Desde el pasado día 31 de enero vive una situación nada agradable cuando se desató la Operación Líbero, en la que figura como investigado después del registro policial efectuado el último día del primer mes del año, entre otros sitios, en la sede de la entidad cadista, en la Ciudad Deportiva de El Rosal y en las oficinas del Granada, equipo en el que trabajó codo con codo con Quique Pina, con quien después recaló en el conjunto inquilino del estadio Ramón de Carranza.

Cordero y Pina mantienen una estrecha relación profesional y de amistad. Trabajan juntos desde hace dos décadas y la detención y posterior ingreso en prisión del consejero delegado del Cádiz ha supuesto un jarro de agua fría para su mano derecha. Sobre el empresario murciano, ingresado en Soto del Real desde el pasado viernes pesan los supuestos delitos de blanqueo de capitales, insolvencia punible y contra la Hacienda Pública.

Los prolongados lazos entre Cordero y Pina obligaron al director deportivo a responder a determinadas preguntas ante el juez el pasado jueves, aunque no es el único investigado en el marco de una operación que sigue abierta.

La prisión provisional sin fianza que el juez José de la Mata impuso a Pina supuso un cambio de escenario en el club. Antes de la detención de Pina la relación entre Cordero y el presidente, Manuel Vizcaíno, era nula ante la negativa del sevillano de dar curso al contrato de renovación que el director deportivo pactó con Pina. Obligados por las circunstancias, Cordero y Vizcaíno han retomado el contacto una vez que el presidente revocó todos los poderes a Pina, que era responsable de la gestión deportiva.

Juan Carlos Cordero no es el único investigado. Su hermano, Jorge Cordero, no hace muchos años director deportivo del Cádiz y ahora con el mismo cargo en el Elche, también declaró en calidad de lo que antes se conocía como imputado. La Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal del Cuerpo Nacional de Policía indaga si la adquisición que Jorge Cordero efectuó por 160.000 euros de una vivienda en Murcia que estaba a nombre de los padres de Quique Pina y en la que tenía fijado su domicilio el empresario murciano se trató de una compraventa simulada para eludir un embargo.

También declaró en calidad de investigado David Navarro, actual gerente deportivo del Cádiz, que en su día trabajó para Pina en el Granada. Hay más imputados en el entorno de Pina en una fase que avanza.

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