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Nada mejor que el regazo de la afición

  • El conjunto amarillo se hace fuerte en el Carranza, donde ha ganado siete de los últimos ocho partidos

Dos aficionados sostienen en una de las gradas del Carranza una peculiar bufanda del Cádiz durante el partido contra el Oviedo disputado el pasado sábado.

Dos aficionados sostienen en una de las gradas del Carranza una peculiar bufanda del Cádiz durante el partido contra el Oviedo disputado el pasado sábado. / fito carreto

El Cádiz está dispuesto a presentar batalla por el ascenso a Primera División. Aguanta el tirón en la parte alta a falta de 16 capítulos para el epílogo del campeonato. Queda mucha tela que cortar y puede pasar de todo hasta principios de junio. La resolución del jeroglífico de la Liga es una incógnita que aumenta el interés de la competición. El único que tiene el horizonte despejado es el Huesca, que aventaja en nada menos que once puntos al tercero. Salvo hundimiento en los meses venideros, la escuadra aragonesa se medirá la próxima temporada al Real Madrid y al Barcelona en la Liga por primera vez en su historia.

La misión que afronta el Cádiz no es nada sencilla pero las ocho jornadas consecutivas que acumula en la segunda posición, desde hace justo dos meses -desde mediados del pasado mes de diciembre-, le convierten por méritos propios en uno de los firmes candidatos para formar parte del selecto grupo del fútbol español sin dejar a un lado la modestia que siempre camina a su lado como fiel compañera de viaje. A diferencia de otros, el ascenso no es una obligación. Sí es una ilusión colectiva de todo el cadismo, que sueña con regresar a Primera 13 años después.

El Cádiz, de perder 11 puntos en casa en el inicio de curso a sumar 22 de los últimos 24

Los propios integrantes del Cádiz son los únicos que todavía no hablan de manera abierta de la pugna por el reto más ambicioso -el discurso del objetivo de la permanencia se mantiene inalterado a la espera de alcanzar la cifra redonda de los 50 puntos- mientras sus rivales directos lo ven como un serio aspirante al premio gordo con el argumento irrefutable de su emplazamiento de lujo en la clasificación.

Los amarillos están colocados en una situación privilegiada, en un puesto que otorga la recompensa por la vía directa, aunque el potencial de sus inmediatos perseguidores que andan al acecho es toda una invitación a la prudencia. Rayo Vallecano, Oviedo, Granada y Osasuna, con mayores posibilidades económicas y plantillas diseñadas a conciencia para dar el salto a una categoría superior, aprietan desde la cercanía y son más favoritos que el Cádiz pese a que hoy marchen por debajo. El que más lejos está de los gaditanos es el conjunto navarro, a cinco puntos. El más próximo, el cuadro madrileño, a sólo tres. Todo está muy igualado y aún quedan 48 puntos por disputar que incluyen un buen número de enfrentamientos entre adversarios metidos en la pomada. La recta final de la Liga promete emociones fuertes cada fin de semana.

Una de las claves de la trayectoria del equipo entrenado por Álvaro Cervera es su capacidad para hacer del estadio Carranza un fortín. Arrancó la campaña con dudas en casa, donde llegó a perder frente al Osasuna (0-2) y empatar ante el Alcorcón (0-0), Numancia (0-0), Cultural Leonesa (2-2) y Rayo Vallecano (0-0). Sólo ganó uno de sus seis primeros partidos en los que ejerció de local -contra el Nástic de Tarragona (2-0)-, en los que dejó escapar 11 de los 18 puntos que se pusieron en liza. Esa irregularidad le empujó hasta la parte baja de la tabla -la 16ª plaza- y cuando parecía condenado al sufrimiento que supone luchar por tener que esquivar el abismo del descenso, tomó impulso con una excelente racha que le propulsó hasta la zona noble.

En esa dinámica positiva en la que se adentró adquirió protagonismo el santuario cadista. El Carranza pasó de ser un chollo para los visitantes a una fábrica de puntos para los anfitriones. El Cádiz se hizo fuerte en su hogar y sacó adelante siete de los últimos ocho partidos disputados en presencia de sus seguidores. Se impuso al Reus (1-0), Albacete (2-0), Valladolid (1-0), Barcelona B (3-1), Granada B (1-0), Córdoba (2-0) y Oviedo (2-1) y sólo cedió un empate frente al Lugo (1-1). Capturó 22 puntos de 24 que le permitieron -con la ayuda de marcadores favorables a domicilio- asentarse en la sala vip y situarse como uno de los mejores locales de Segunda A.

El conjunto de Cervera es el quinto equipo que más puntos obtiene en su feudo con 29, eso sí, lejos de los 36 que acredita un Huesca que utiliza El Alcoraz como eficaz trampolín de lanzamiento para subir a Primera -el cuadro oscense es el único de los 22 equipos que no ha perdido en casa-.

Los amarillos se sienten cómodos en el regazo de una afición que cumple a la perfección el papel de jugador número 12. Del Carranza han volado 13 puntos, la inmensa mayoría en los albores de la temporada. En los últimos dos meses y medio, el Cádiz es el mejor local de la Liga. En los ocho duelos más recientes dirimidos en el barrio de la Laguna, marcó 13 goles y recibió sólo tres.

La fortaleza del Carranza es uno de los asideros a los que se agarra el equipo amarillo en su tentativa de éxito. Las opciones de hacer algo grande pasan por mantener el crédito en casa, donde aún debe medirse a siete contrincantes: Lorca, Sevilla Atlético, Huesca, Almería, Sporting de Gijón, Zaragoza y Tenerife.

De los 47 puntos que ponen a los de Cervera en órbita, 29 los consiguió en la capital gaditana (61,7 por ciento) y 18 se los embolsó a domicilio (38,3 por ciento). El factor Carranza ha cobrado relevancia en el transcurso del torneo. Si los amarillos extienden la regularidad en casa se hasta final de curso, se incrementarán las posibilidades de acabar entre los seis primeros.

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