Cádiz CF

"En esta maleta hay un millón, mamá cuéntalo"

  • Los pinchazos telefónicos al murciano desvelan una rutina de negocios y operaciones encubiertas en el mundo del fútbol

Varios de los colaboradores de Quique Pina han sido también investigados en el marco de la operación.

Varios de los colaboradores de Quique Pina han sido también investigados en el marco de la operación. / G. H.

Cuando el juez de la Audiencia Nacional José de la Mata escuchó declarar a Quique Pina el pasado 2 de febrero que él sólo firmaba lo que le decían y que no tenía ni idea de la operativa de traspasos de jugadores, ya estaban sobre su mesa tres informes de la Policía con transcripciones literales de cientos de conversaciones telefónicas que el dirigente deportivo habría mantenido con socios, colaboradores y personas del mundo del fútbol. En ellas no hay duda de que el investigado sabía de lo que hablaba.

Incluso con sus padres llegó a intercambiar llamadas comprometedoras que confirmaron a la Policía sus sospechas sobre el lugar donde Pina guardaba el dinero: "Tú me decías, en esta maleta hay un millón, yo la maleta la guardaba y luego, mamá cuéntalo". Su padre, en cambio, parece no querer saber ciertos aspectos sobre las visitas de su hijo a la casa familiar de Murcia.

En una conversación con un colaborador, dijo de un club que les vale sólo para "firmar a los negros"

Las escuchas telefónicas se mantuvieron durante diciembre de 2017 y la primera quincena de enero pasado. En sus informes, la Policía viene a confirmar muchos aspectos de lo que ya llevaba año y medio investigando. En sus conversiones telefónicas, sobre todo con sus personas de negocios más cercanas, Pina parece tratar de no ser demasiado explícito, hablando en ocasiones casi en clave. Pero no siempre conserva esa cautela y explica abiertamente sus negocios o los da a entender. En cualquier caso, las escuchas evidencian esa forma de trabajar habitual mediante testaferros, las comisiones por traspasos de jugadores, sus contactos con inversores croatas, la supuesta compra de voluntades, engaños a futbolistas y hasta las presiones ejercidas para conseguir el cobro de deudas.

De forma directa o indirecta, aparecen nombres de personas muy conocidas y relevantes en el mundo del fútbol, como el presidente del Valencia, el ex dirigente del Sevilla, José María del Nido (de quien llega a decir que lo sostiene), el abogado González de Caldas, el entrenador Quique Sánchez Flores y personas de clubes como el Almería, el Valladolid o el Eibar. También demuestra su influencia en el mundo del periodismo, a través de conversaciones con profesionales de la radio y la prensa. Llega incluso a hacer un encargo de un trabajo de autopromoción (quería figurar como buen gestor deportivo en su etapa del Granada CF) a un redactor deportivo de un medio local granadino. Acaba su conversación advirtiéndole de que le corre prisa.

En otra de sus numerosas conversaciones sobre ese club sudamericano, Pina explica a otro de sus más estrechos colaboradores, David N., encargado de los negocios de Pina con ese club, que el descenso del equipo a segunda división o su futuro deportivo realmente le da igual porque al final el club les vale sólo para "firmar a los negros". Y en ese sentido son numerosas las referencias a un negocio que estaría fraguando de fichaje de futbolistas de Mali, a través de fondos ucranianos y que recalarían en el Cádiz, pero con contrato en Uruguay.

Los negocios de Pina y Pozzo que mantendrían recientemente no se ciñen sólo a esa petición puntual para solucionar el problema de un jugador. En varias conversaciones hablan de traspasos de futbolistas relacionados con clubes españoles. En una llamada de Pina a un representante, aquel le explica que "a parte de tener el Cádiz tengo contrato tres años con Watford y soy el encargado de todas las operaciones que se hacen aquí en España". De todos modos, el resquemor hacia Pozzo es evidente en las conversaciones que mantiene sobré el con terceras personas.

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