No es nuevo lo que sucede con el día y la hora de muchos partidos de Segunda División A, de lo que tampoco se está salvando el Cádiz. LaLiga manda y es la que fija, con las televisiones, las fechas y los horarios de los encuentros.

El Cádiz va a ser víctima, por segunda jornada consecutiva como local, de lo que dicta el que 'reparte' la pasta. El esperadísimo Cádiz-Huesca se fijó un lunes, y no un lunes cualquiera, Lunes Santo. La afición respondió viendo procesiones por la tarde y fútbol por la noche, pero a buen seguro que un domingo que no hubiera sido el de Ramos hubiera dado paso a un afluencia de espectadores todavía mayor.

El caprichoso destino que marcan los que mandan obliga ahora al Cádiz a jugar en viernes. El actual Almería no es un rival de campanillas como el Huesca, si bien la importancia de los puntos es la misma. Un viernes a las nueve de la noche es un problema para muchos. Y una lástima cuando el equipo necesita el calor de los suyos en la lucha por el ascenso.