De poco sirvieron la estadísticas, que por una vez favorecían al Cádiz. La Real Sociedad no había una ganado ni una sola vez a los amarillos en el estadio Ramón de Carranza en Liga y no había sumado una victoria lejos de Anoeta en toda la segunda vuelta. En mala hora rompió esos registros el líder, que asaltó un fortín gaditano que ayer fue de cartón piedra en lugar de ese duro armazón que se le atragantaba a los equipos que pasaban por la Tacita.

El conjunto de Víctor Espárrago naufragó en todas sus líneas, mostró una voraz inoperancia propia de equipos de inferior categoría y además dio todas las facilidades del mundo a una Real que puso pie y medio en Primera División a costa de los de casa, que se complican la vida de manera preocupante aunque terminarán la jornada fuera del descenso por tercera semana consecutiva, a un solo punto del infierno a falta de dos encuentros para que concluya el torneo liguero.

Perder contra la escuadra más fuerte de la categoría entra dentro de lo normal, pero hay maneras de hacerlo. El Cádiz no parecía que se jugaba la vida y se notó la falta de actitud, como si la salvación ya fuera cosa hecha y no hubiera nada que pelear. Hasta el minuto 51 no creó la primera ocasión de peligro, cuando en el marcador ya pesaba un 0-2. En ningún momento dio sensación el Cádiz de poder hacer daño, nunca entró en el partido y dejó una penosa imagen de pronta resignación que facilitó la labor de los realistas, que ganaron sin despeinarse con un hat trick del delantero uruguayo Carlos Bueno.

El partido apenas tuvo historia. Se decantó muy pronto del lado de los visitantes. Los compases iniciales de equilibrio se rompieron a las primeras cambio, en el minuto 12, con un regalo que la zaga cadista no acostumbraba hacer en jornadas precedentes. Los donostiarras recurrieron a la estrategia para abrir la endeble lata cadista. Griezmann botaba una falta y Carlos Bueno, más solo que la una, comenzaba su recital goleador y cabeceaba a placer al fondo de la portería de Dani Miguélez.

La últimamente segura defensa cadista ofrecía su primer obsequio. Sólo le faltó poner una alfombra de terciopelo a un atacante que volvió loco a unos desconocidos De la Cuesta y Dani Fragoso.

Lejos de reaccionar, los de Espárrago se perdieron en el campo en un quiero y no puedo. Eran tan incapaces de frenar la oleada de contragolpes realistas como de crear peligro en el área donostiarra.

Esa ineficacia cadista hacía crecerse aún más a los visitantes, que demostraban los argumentos que le llevan directos a Primera mientras los cadistas dejaban al descubierto las carencias que les mantienen al borde del abismo y les dejan sin más margen de error si quieren conservar la categoría.

El ex cadista Diego Rivas se las valía él solo para merendarse al centro del campo amarillo, con Fleurquin y Abraham desaparecidos. En punta, no había noticias de un Tristán ausente y Ogbeche era el único que daba la impresión de poder azotar a la rocosa defensa donostiarra.

Los vascos controlaban de cabo a rabo y los amarillos corrían como pollos sin cabeza. En el 38, el Mikel estuvo a punto de lograr el segundo tanto tras salir de su área con el balón y hacer la pared con el omnipresente Bueno.

La segunda parte comenzó con dos arreones cadistas que se quedaron en nada cuando en el minuto 49 Carlos Bueno, en fuera de juego, aceptaba gustosamente el obsequio de Dani Miguélez para anotar el segundo gol de los realistas. Incomprensible error del meta gaditano, al que se le escapó el balón de sus manos blandas.

La suerte parecía echada y el amago de reacción se difuminó dos minutos después cuando Ogbeche, tras deshacerse de dos contrarios, mandaba fuera la pelota en la primera y casi única ocasión de gol de los locales. La Real remató la faena a media hora del final por medio de Bueno, que cabeceaba al fondo de la meta un centro de Griezmann tras un mal despeje de Fragoso.

El postrero gol de Ogbeche (minuto 82) no hizo sino maquillar una derrota para tristeza de los cadistas y alegría de los realistas, cuyos aficionados festejaron un resultado que les pone en la puerta de entrada a Primera.

Árbitro: Lesma López (madrileño).

Tarjetas: Amarillas Cristian (25'), Jaume Costa (26'), Carlos Bueno (41'), Diego Rivas (53'), Aranburu (67') y López Silva (86').

Goles 0-1 (12') Carlos Bueno. Griezmann lanza una falta al interior del área cadista donde Carlos Bueno, completamente solo, cabecea al fondo de la portería. 0-2 (49') Carlos Bueno. Balón aéreo sin aparente peligro que llega a las inmediaciones de Dani Miguélez, que falla en el blocaje y lo deja a los pies de Carlos Bueno, que remata en posición de fuera de juego. 0-3 (59') Carlos Bueno. Mal despeje de Dani Fragoso, que regala el esférico a Griezmann para que éste centre al segundo palo y Carlos Bueno de cabeza, supere al meta gaditano. 1-3 (82') Ogbeche. López Silva sirve el balón a Ogbeche, que bate a Zubikarai con un fuerte disparo desde la frontal del área que se cuela junto al palo derecho.

Incidencias: Encuentro correspondiente a la cuadragésimo jornada de Segunda División disputado en el estadio Ramón de Carranza ante unos 14.000 espectadores que casi llenaron las gradas, de los cuales 1.500 eran seguidores de la Real Sociedad.