Cádiz disfruta hoy a golpe de tangos y pasodobles en sus calles del casco histórico mientras su equipo cruza el Estrecho en busca de tres puntos de oro en su visita a Ceuta. Más de un gaditano combinará la fiesta de Carnaval con el fútbol con un auricular pegado al oído a partir de las seis de la tarde. La temporada ha llegado a un punto en el que todos los partidos son vitales, y más cuando el adversario es un rival directo con aspiraciones similares. El Cádiz tiene hoy la oportunidad de asestar un golpe de autoridad y dejar a ocho puntos a un hueso duro de roer. Un triunfo mantendría vivos a los gaditanos en la dura batalla por un liderato que sigue quedando un poco lejos.

El conjunto de Jose González llega a la ciudad autónoma con la tranquilidad que dan los cinco punto de ventaja que tiene sobre un cuadro ceutí que se juega mucho más que el Cádiz. El equipo entrenado por Andoni Goikoetxea no se puede permitir otro tropiezo en casa ante una escuadra gaditana fortalecida por tres triunfos en cadena que han aumentado su cotización como uno de los favoritos para entrar en el cuarteto de candidatos al ascenso.

La distancia en la tabla no es sinónimo de examen fácil para el equipo amarillo. Todo lo contrario. El Ceuta posee una plantilla con jugadores de calidad y además ha apuntalado el centro del campo en el mercado de invierno con la incorporación del excadista Manolo Pérez, que ya amargó al Cádiz en la visita amarilla al Polideportivo Ejido en la primera vuelta.

El devenir de un encuentro no está escrito, pero de antemano se prevé un choque entre fuerzas equilibradas. El Ceuta tratará de empujar al máximo ante un Cádiz que deberá rendir al cien por cien si quiere pescar en río revuelto. El orden defensivo -desde el portero hasta el jugador más adelantado- será una de las claves a la que se unirá la eficacia en ataque.

La semana ha sido más o menos tranquila para el Cádiz, algo extraño en una temporada que está resultando convulsa. El entrenador ha optado por la prudencia y ha rehusado pronunciarse en público sobre el caso Dani Miguélez pese a que la semana pasada anunció que daría su versión de todo lo que está pasando sobre este espinoso asunto. El bien colectivo está por encima de los problemas puntuales a la espera de que la Federación Española de Fútbol autorice o no al club la contratación de un portero a costa de la baja de Miguélez hasta el final de temporada. El meta se opone a perder la ficha federativa y ha presentado alegaciones a la solicitud de la entidad cadista.

Salvo un giro inesperado, lo normal es que Jose González repita el once que comenzó el partido contra el Polideportivo Ejido. Álvaro Campos custodiará la portería con el reto de mantenerla a cero por tercera jornada consecutiva. La línea defensiva será la conocida en los últimos choques: Cifuentes, Serrano, Álvaro Silva y Raúl López. La lesión de Pedro Baquero deja sin margen de maniobra al técnico en la zaga.

José Miguel Caballero y Álvaro Jurado llevarán los mandos en el doble pivote, aunque no conviene descartar a Moke, que ha rendido a buen nivel cuando ha gozado de una oportunidad. Juanse arrancará desde la derecha y Enrique lo hará en la banda izquierda. En los encuentros anteriores ha quedado patente que las posiciones no son fijas y los jugadores cambian de banda. A Enrique incluso se le ha visto como segunda punta en varias acciones.

Carlos Caballero hará las labores de engancha en la mediapunta, con Pachón como hombre más adelantado. Moreno, que regresa tras mejorar de sus molestias, también tiene opciones de entrar desde el inicio en lugar del delantero madrileño. Al menos Jose tiene donde elegir en ataque.

El duelo está servido. Cualquier resultado que no sea una derrota será bueno para los intereses del Cádiz. Y si es una victoria, la ansiada fase de ascenso estará muy cerca aunque todavía quede mucha tela que cortar. Y el primer puesto seguiría siendo un sueño posible.