Javier Duarte y Alejandro Viedma pensarán que el obligado parón de la Liga les llegó en el peor momento, hablando siempre de la parcela futbolística. Y es que en el Cádiz B-Talavera de la Reina (1-0) -el último encuentro antes del confinamiento-, los dos jugadores tuvieron un papel importante que es una de las grandes esperanzas a las que se aferra el filial para vivir un plácido final de campaña.
Viedma disfrutó de su primera titularidad ante el conjunto talaverano. La baja esa semana de Javi Pérez y la presencia de Sergio González con el primer equipo dejaron a Juanma Pavón bajo mínimos porque aún no veía a Duarte para aguantar 90 minutos. Viedma formó línea en el centro con Sergi Fernández -pareja inédita- Idrissa Thiam quedó por delante. Lo cierto es que el jienense dio una buena hora de partido -hasta que fue sustituido precisamente por Duarte-, se entendió muy bien con los compañeros y de un robo suyo nació el gol que tumbó al Talavera de la Reina.
Viedma es un futbolista al que le gusta tener el esférico, manejarlo con calidad buscando el mejor pase posible y exhibiendo las cualidades que atesora en esta faceta del juego. Todo ello sin olvidar la otra exigencia 'made in Pavón': Correr y trabajar en favor del colectivo. "El sistema de juego que propone el míster no es a lo que yo estaba acostumbrado, pero los compañeros me ayudan mucho a adaptarme a todo y hacen que el trabajo sea más fácil", explicaba Viedma después de su primera titularidad. Un trabajo que lleva exigencia en lo físico. "Lo sé y estoy dando todo lo que puedo para que los compañeros sientan y noten esa labor en mi posición", en la que admite "estar cómodo porque dispongo de un manejo importante del balón".
Viedma, que en abril cumplirá 21 años, llegó en el mercado de invierno procedente del filial del Granada y lo cierto es que hasta su titularidad ante el Talavera, apenas había disputado unos cuantos minutos contra el Algeciras y el Córdoba. Parece que su labor ante los talaveranos abre una puerta como alternativa a una demarcación que ha estado muy castigada.
La otra noticia para la esperanza en el Cádiz B la pone Javi Duarte. Después de dos meses fuera de combate por problemas de pubis, el pivote malagueño reapareció ante el Talavera, cita en la que disputó la última media hora de juego en su puesto habitual por delante de la defensa. Duarte estaba siendo, hasta su lesión, uno de los jugadores más importantes del equipo de Pavón. Su incansable trabajo en la zona ancha, donde es capaz de abarcar muchos metros, y su calidad para atacar cuando la situación lo permite, hacen de él un futbolista deseado por cualquier entrenador.
El cadista acabó el partido en la Nueva Condomina con dolores y molestias que le obligaron a parar. Era el 15 de enero y el pubis daba la cara al malagueño después de ser fijo todas las semanas menos una (17ª) de la competición en el grupo IV. A estos datos hay que unir la titularidad con el primer equipo en Copa del Rey en el campo del Lealtad (0-1). Los yogurines acusaron la baja de malagueño, pues durante su estancia en la enfermería el equipo ganó sólo uno (2-0 al Yeclano Deportivo) de siete encuentros, lo que les llevó a coquetear con la zona baja de la clasificación. La reaparición de Duarte ante el Talavera trajo de la mano la segunda victoria del Cádiz B en la segunda vuelta.
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