Cádiz CF

A ganar desde el primer día

  • El conjunto amarillo inaugura la temporada en su feudo sin Álvaro García pero con la ilusión de arrancar con buen pie pese a las carencias que aún presenta la plantilla

Álvaro García, en un entrenamiento junto a Salvi y al técnico Álvaro Cervera.

Álvaro García, en un entrenamiento junto a Salvi y al técnico Álvaro Cervera. / Julio González

El estadio Ramón de Carranza acoge, a partir de las ocho de la tarde, el estreno oficial de la temporada 2018/19 con el primer partido del curso de la Liga de Fútbol Profesional -en Primera División y en Segunda A-. El rival es el Almería en un duelo de pronóstico incierto, como todos los que suelen disputarse en la categoría de plata. Tanto locales como visitantes parten en la parrilla de salida con el objetivo de llegar cuanto antes a los 50 puntos. En el caso de los gaditanos, ni mucho menos aparecen como candidatos al ascenso si se tiene en cuenta el potencial presupuestario de buena parte de los clubes, en especial de los seis descendidos en los dos últimos años (Málaga, Las Palmas, Deportivo de La Coruña, Sporting de Gijón, Granada y Osasuna), que son los que comparten el cartel de favorito. Si los amarillos quieren meterse en la batalla de arriba, como en los años anteriores desde su regreso a Segunda A, tendrán que superar las expectativas, ganarse el premio semana a semana en un campeonato que se prevé harto complicado.

El Cádiz abre el torneo de la regularidad después de recorrer invicto la pretemporada, con un balance de ocho victorias -contra Barbate, Los Barrios, Chiclana, Hércules, Elche, Marbella, Balona y Mallorca- y un solo empate frente a la Unión Deportiva Las Palmas antes de caer por penaltis en la semifinal del Trofeo Carranza.

Los partidos amistosos no pasan de ser meros ensayos. Lo que cuenta de verdad es la competición oficial. El Córdoba también acabó invicto la pretemporada del curso pasado y el Cádiz ganó en el Nuevo Arcángel en la cita inaugural.

El primer paso para alcanzar el medio centenar de puntos -antes de poder soñar con metas más ambiciosas- es amarrar los tres ante un adversario que el curso anterior se salvó a lo justo -en la jornada de clausura- y que a priori no debe ser de los contrincantes más duros sin olvidar que no hay enemigo pequeño.

El Cádiz sale a escena delante de su afición con la ilusión de hacer una buena campaña y la hoja de ruta ya es conocida por todos: máxima intensidad, presión, cerrar espacios al oponente y aprovechar las ocasiones. La premisa es dejar la portería a cero y a partir de ahí ir a por la victoria. El equipo amarillo fue el menos goleado de LaLiga 1|2|3 -sólo 29 tantos en contra en 42 encuentros- en la 2017/18 y además de mantener esa condición pretende mejorar en el remate, el gran pecado del último ejercicio -42 dianas a favor-. El punto de partida es el esfuerzo de principio a fin, con las mismas señas de identidad que guiaron al equipo a los puestos altos. Los principios no cambian.

Poco remedio ha puesto de momento el club para paliar la escasez de gol arrastrado por los límites económicos que impone LaLiga. Sólo ha llegado un delantero -Mario Barco- aunque el mercado está abierto hasta el día 31 y hasta entonces queda tiempo de apuntalar una plantilla quizás con más fono de armario que la última si el mercado culmina con éxito. Sí dispone de más opciones el Cádiz a balón parado con el retorno de Ager Aketxe, quizás el mejor lanzador de faltas del campeonato que ya ha dejado su sello en la pretemporada -ha marcado tres goles de libre directo-. El vasco es uno de los atractivos del Cádiz y de la Segunda A.

El equipo entrenado un año más por Álvaro Cervera inicia una nueva andadura sin el plantel completo. El entrenador ha mostrado su preocupación por ello. En teoría deben aterrizar cinco o seis futbolistas más -portero, central, lateral izquierdo, extremo izquierdo uno o dos delanteros y quizás un medio- y también deben salir otros. Todo ello condicionado por el tope salarial. El técnico tira de los jugadores que han realizado la pretemporada aunque esconde sus cartas sobre una alineación en la que no estará Álvaro García, que ya no volverá a vestir de amarillo y azul salvo sorpresa. El Cádiz tiene que acostumbrarse a jugar sin uno de los artífices del ascenso y de la buena trayectoria en el escalón de plata.

El once estará formado por una mezcla de jugadores nuevos y antiguos. Alberto Cifuentes comienza una campaña más como inquilino de la portería, flanqueado hoy por dos laterales que debutan: David Carmona en la derecha y Matos en la izquierda. Tres hombres se disputan los dos puestos en el eje de la zaga: Kecojevic, Servando y Marcos Mauro. Una de las mayores incógnitas es quiénes serán los inquilinos de la medular. Todo apunta a que serán Jon Ander Garrido y Álex Fernández, aunque quizás tenga sitio José Mari, que ha mostrado un buen nivel durante el verano después de una larga lesión. El míster debe decidir en la banda derecha entre Salvi y Salvador Agra, y en la izquierda entre el canterano Manu Vallejo y Juan Hernández. Aketxe en la zona de tres cuartos y Barco en la delantera completarán a priori el primer once cadista en una temporada exigente, quizás la más difícil desde el reingreso en Segunda A.

Arropado por su hinchada, el Cádiz persigue la primera alegría de la temporada. El número de abonados rebasa los 15.000, aunque no es fácil que la afluencia de espectadores al Carranza esta noche llegue a esa cifra.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios