El fútbol es un universo caprichoso. Hace poco más de una semana, la afición del Cádiz se manifestaba en la grada del estadio Carranza con división de opiniones ante la mejor o peor imagen de su equipo y unos días después, el conjunto amarillo alcanza la posición clasificatoria más alta de la temporada hasta la fecha. La crispación vivida en los dos partidos consecutivos en feudo gaditano da paso a una realidad esperanzadora para una escuadra que empieza a oler el liderato como no lo había hecho hasta ahora. Nunca había estado tan cerca del primer puesto desde el arranque del torneo liguero.

Un punto, sólo uno, es la mínima diferencia que separa al Cádiz del Betis B, que continúa como líder tras el decimosexto capítulo del curso. Los cachorros de Risto Vidakovic han perdido casi la totalidad de los seis puntos de ventaja que llevaban hace apenas tres jornadas.

Resulta tentador mirar al pasado más reciente para pensar que si el cuadro gaditano hubiera derrotado a La Unión en casa hace un par de semanas ahora sería el propietario del trono del grupo IV. Lo cierto es que de la misma forma que se pierden puntos inesperados, se consiguen otros sobre la bocina (el valioso empate en Melilla es un ejemplo).

El caso es que el Cádiz habita en una posición privilegiada que invita a ver el futuro con cierto optimismo. La trayectoria del equipo de Jose González desde que arribó a la zona de fase de ascenso es progresiva.

Primero se acomodó en el cuarto puesto, más tarde asaltó el tercero y ahora da un impulso hasta la segunda plaza. El siguiente objetivo, el más ambicioso, es el liderato. ¿Antes del parón navideño? Dos partidos de Liga quedan antes de que termine el año 2011, y ambos contra rivales bien posicionados en la clasificación que serán duros de roer.

El primer adversario será el San Roque de Lepe el próximo sábado en casa. El conjunto lepero es un valor al alza que se ha colado en la cuarta plaza gracias sobre todo a su eficacia defensiva -sólo ha recibido 10 goles en 16 partidos-. El último choque antes de la interrupción del campeonato será a domicilio contra el Puertollano. El equipo manchego, entrenado por Manolo Zúñiga, ocupa el sexto peldaño sólo cuatro puntos por debajo del Cádiz. Dos victorias en estos partidos obligaría al filial verdiblanco a pisar el acelerador para no ceder el liderato a un conjunto cadista que cerrará la primera vuelta el 8 de enero de 2012 contra el Polideportivo Ejido, colista del grupo.

El excelente partido que firmaron en Lorca los pupilos de Jose González es un botón de muestra del potencial que atesora un equipo llamado a pelear seriamente por el ascenso a la categoría de plata. Quizás fue el más completo de la temporada, junto al disputado contra el Almería B (6-1). Si el Cádiz mantiene la línea trazada el pasado domingo llegará a un punto de excelencia difícil de superar. Los números que acumula se empiezan a parecer al de un equipo líder. La cifra más llamativa habla por sí sola de su enorme capacidad ofensiva. El cuadro amarillo es, con 30 tantos, el equipo que más goles ha marcado de los cuatro grupos que conforman el universo de la Segunda B. Lleva uno más que el Betis B, el Real Madrid Castilla -líder del grupo I- y el Alavés, y dos más que el Atlético Baleares, que domina con claridad el grupo III.

Los hombres de Quique Pina llevan un promedio de casi dos goles por partido (1,8, en concreto) y sólo se han quedado cuatro encuentros sin ver portería, de los cuales tres acabaron en empate a cero (contra Ceuta, Sporting Villanueva Promesas y La Unión) y uno con derrota por la mínima (frente al Sevilla Atlético). Como contraste, Almería B, que se llevó media docena, y Lorca Atlético, son los que mán han sufrido el olfato goleador de Akinsola, Ferreiro y compañía.

El Cádiz suma un notable balance de goles recibidos, un total de 13 después de dieciséis encuentros (una media de 0,8 por choque). Sólo dos equipos -Lucena y Melilla- han sido capaces de perforar la portería defendida por Aulestia en más de una ocasión.