GRANADA | CÁDIZ

Una final a todo o nada

  • El equipo amarillo visita el Nuevo Los Cármenes con la obligación de conseguir la victoria para no depender de los demás resultados en su lucha por alcanzar el 'play-off' de ascenso

Llegó el día D y la hora H, 2 de junio de 2018, la fecha en la que el Cádiz afrontará en el Nuevo Los Cármenes de Granada una final a todo o nada, el partido más importante de la temporada por cuanto en 90 minutos, más la prolongación, determinante como pudo comprobarse el pasado domingo en el Ramón de Carranza ante el Tenerife, se jugará el ser o no ser. El equipo amarillo se desplaza a la capital de la Alhambra con la obligación de conseguir la victoria para no tener que mirar a otros resultados en su lucha por alcanzar el play-off de ascenso a Primera. Los gaditanos dependen de sí mismos, sin duda una ventaja llegado este momento, pero el escenario y la entidad del rival complican de forma significativa el objetivo.

En efecto, el titular de la Tacita de Plata encara la última jornada de la competición regular en LaLiga 1|2|3 con los números muy claros. El triunfo le catalputaría hasta los 67 puntos, una cifra que le otorgaría la quinta o sexta posición, y con ello un lugar entre los privilegiados, en función de lo que acontezca en el Valladolid-Osasuna. El éxito de los pucelanos, que ahora mismo cuentan igualmente con 64 puntos, o el empate en el Nuevo José Zorrilla se traducirían en la quinta plaza cadista; el de los navarros, en estos instantes también con 64, en la sexta a causa del goal-average particular con los pamplonicas. Unas tablas en Granada, sin embargo, abocarían a los pupilos de Álvaro Cervera a coger la calculadora y, sobre todo, a estar al tanto de lo que suceda también en los enfrentamientos que tendrán lugar en el Carlos Tartiere, con el Oviedo y el Huesca en liza, y en Los Pajaritos, con el Numancia y la Cultural Leonesa como protagonistas. Asturianos y sorianos suman ahora mismo 62 puntos, de modo que pueden llegar como mucho a 65. Y en ese caso, en líneas generales, los empates a puntos con el cuadro ovetense pueden beneficiar pero con el numantino perjudican. Por último, en caso de derrota en el Nuevo Los Cármenes sólo queda rezar para que en su choque directo Valladolid y Osasuna no igualen y para que en sus respectivas citas Oviedo y Numancia como mucho igualen.

El derbi andaluz aparece con toda la presión para los visitantes porque son los que se la juegan. Por más que el objetivo primario del curso esté sobradamente cumplido desde que se superó la frontera de los 50 puntos y de ese modo se hizo realidad la permanencia en Segunda División por segunda temporada consecutiva, el Cádiz ha ilusionado a su afición y a sí mismo con una campaña en la que casi siempre ha ocupado lugar en la zona noble. De hecho, los amarillos acumulan 26 jornadas entre los seis primeros. Además, el año pasado, a pesar de la condición de recién ascendido, se logró el objetivo de la permanencia también muy pronto y después también se alcanzó el de la fase de ascenso. De algún modo, aunque nadie hable de ello de forma abierta y no esté escrito en ningún sitio, acabar fuera del play-off dejaría la sensación de fracaso, sí, fracaso, de paso atrás, de haber tenido la miel en los labios y finalmente no poder saborearla.

Para el Granada, en cambio, el partido se antoja como un incómodo pedrusco en el camino hacia las vacaciones. Los rojiblancos, que comenzaban la temporada como firmes candidatos a todo después de haber descendido en Primera el año anterior y que se presentaban con un presupuesto que daba todo el sentido del mundo a su condición de gallito, se fueron diluyendo como un azucarillo en el agua con el paso de las jornadas hasta terminar deambulando casi en tierra de nadie, sin problemas por lo que respecta a la zona baja pero sin claras opciones de pelear con los de arriba. Sus posibilidades matemáticas se evaporaron definitivamente el pasado fin de semana en El Molinón. Así, se despiden hoy de su afición con el único aliciente de brindarles una alegría y con el propósito de demostrar hasta el último momento su profesionalidad por amor propio y por lo que pueda caer, que nunca se sabe…

Una final, por lo tanto, que los cadistas afrontan con toda la ilusión pero con datos que invitan de la misma manera a la preocupación. En la segunda vuelta sólo han sido capaces de vencer a domicilio en León, y el gol, imprescindible obviamente para ganar, se ha convertido en el gran quebradero de cabeza esta campaña. Una asignatura pendiente que si se aprueba hoy contribuirá a asegurar un notable como nota media del curso. El sobresaliente habría que trabajarlo ya metidos en la fase de ascenso.

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