Cádiz CF

Nueve fichajes la última vez en Segunda

  • Diego Tristán fue la incorporación estelar de un proyecto fallido que desembocó en el último descenso

Hace siete años el Cádiz estaba como hoy en día, recién ascendido a Segunda División A y preparando los fichajes para la nueva temporada. Antonio Muñoz era el presidente, Julio Peguero el director deportivo y Javi Gracia el entrenador. Nueve fichajes se realizaron en verano que no evitaron que el proyecto fuera finalmente un fracaso y que desembocara en el último descenso del equipo.

De las nueve caras nuevas del periodo veraniego, la de Diego Tristán fue la más sonada y esperada por la afición. El delantero sevillano llegaba procedente del West Ham inglés y contaba con 33 años recién cumplidos. Una situación muy similar a la de Dani Güiza el verano pasado. A Tristán le acompañaron otros ocho fichajes, que fueron los siguientes: el portero checo Zdenek Zlamal (Slovan Liberec); los defensas Álvaro Silva (Xerez CD) y Jaume Costa (cedido por el Villarreal); el centrocampista Abraham González (Barcelona B); los extremos Velasco (Lucena) y Nano González (Cartagena); y los delanteros Bartholomew Ogbeche (Valladolid) y Joseba Arriaga (Jaén).

A estas nueve incorporaciones le unieron otras dos en el mercado invernal: el delantero uruguayo Jonathan Ramis (Peñarol) y el extremo serbio Milos Bogunovic (Partizan Beograd). Los dos fueron fracasos sonados a pesar de que el primero llegaba recomendado por Víctor Espárrago y el segundo por Radomir Antic.

El último Cádiz en Segunda A llevó a cabo nueve incorporaciones en verano y dos en invierno, y no pudo evitar el amargo trago de descender a Segunda B. El actual todavía no ha empezado a mover fichas de manera oficial, pero la sensación inicial es que la cantidad de incorporaciones estará por encima. Esto provocará que se negocie la salida de jugadores que tienen contrato en vigor y que no entran en los planes para el ejercicio venidero.

El Cádiz 2009-10 se equivocó mucho en la política de refuerzos a pesar de lo sonado que resultó ver de amarillo a Diego Tristán. Los errores de la dirección deportiva que comandaba entonces Julio Peguero fueron evidentes como demostró la posterior pérdida de categoría en Carranza ante el Numancia. Siete años después se repite la historia con el equipo otra vez en la división de plata y con una plantilla que necesita refuerzos de peso para arrancar con serias aspiraciones para obtener la permanencia.

Aquella última campaña en Segunda A la inició Javi Gracia -el técnico del anterior ascenso, el de Irún- y la acabó Espárrago, un revulsivo en el banquillo que a la postre se demostró que no sirvió para nada. Gracia dejó al equipo cuarto clasificado por la cola antes de su destitución, y Espárrago hizo exactamente lo mismo, por lo que se consumó el descenso a la categoría de bronce.

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