El Cádiz se enfrenta esta tarde a su principal enemigo hasta el momento, que radica en los encuentros que disputa como visitante. Los amarillos acuden al campo del colista, el Córdoba B, para zanjar de una vez el debate abierto por los irregulares números lejos del Ramón de Carranza, ya que sólo cuenta con una victoria después de cinco desplazamientos, la lograda en el feudo del Écija Balompié (1-6). Las sensaciones del equipo no acaban por ser positivas, pero especialmente recibe más críticas cuando juega lejos de sus aficionados. El adversario de hoy, ascendido gracias a la compra de una vacante en la categoría el pasado verano y tan joven como inexperto, parece el adecuado para retomar la senda victoriosa a domicilio para que el horizonte que se abra ante el equipo esté vacío de incertidumbre y dé paso a un mar en calma.

A partir de las cuatro de la tarde el conjunto de Raúl Agné empezará a zanjar una semana intensa en la que, como hace dos, ha tenido que hacer frente a tres encuentros con el bagaje, por el momento, de cuatro puntos de seis posible. Si llegara a siete de nueve, la cifra sería muy buena no sólo para recuperar sensaciones, sino para tener otra vez un puesto en la zona de privilegio y adecuar la clasificación al objetivo que se persigue.

El choque cuenta con algunos condicionantes que lo hacen especial y distinto a otros. Por un lado, el estado de un campo en el que nunca ha jugado el equipo amarillo. Se trata del Municipal de El Carpio, de césped artificial y de unas dimensiones muy inferiores a las del Ramón de Carrranza. Por otra parte, la escasa respuesta de la afición cadista, a pesar de ser un desplazamiento cercano, por culpa del elevado precio de las entradas impuesto por el club blanquiverde. De hecho, la Federación de Peñas se ha visto obligada a suspender una excursión. Pocas veces el equipo amarillo habrá tenido tan escaso apoyo estando el equipo a dos horas de desplazamiento. La cabezonería del club cordobés ha sido el detonante para que la masa social haya desistido. Es más que probable que si el Cádiz marca un gol, la celebración lleve alguna dedicatoria a los dirigentes blanquiverdes.

El duelo tiene a priori un claro favorito en el equipo amarillo, que por historia, potencial y experiencia está muy por encima de un novato en la categoría de bronce que todavía no ha saboreado la alegría de una victoria y que se ha visto obligado a destituir a su entrenador, José Puche, con un corto y desafortunado pasado en la cantera cadista hace justo un año. Tampoco su ciclo en el segundo equipo cordobés ha resultado gratificante. La realidad y la exigencia es que el Cádiz debe salir airoso de El Carpio como lo hizo hace algunas semanas el también gallito Cartagena, y si para conseguirlo debe adaptarse a las condiciones del campo y poner en práctica un fútbol más feo pero de mayor efectividad, ese será el camino para sumar los tres puntos en un choque en el que prácticamente está prohibido fallar. Para buscar esa cara, la última sesión de trabajo de ayer se desarrolló sobre uno de los campos de hierba sintética de El Rosal.

La actualidad deportiva cadista viene marcada por el regreso de Ceballos y Nafti, una vez que ambos han cumplido sanción federativa. El que sigue fuera es Tomás, operado el pasado miércoles de un tendinitis rotuliana en la rodilla izquierda y que debe esperar hasta primero de año para volver a jugar.

Hay problemas físicos en jugadores como el lateral zurdo Andrés Sánchez y el pivote Mikel Martins. El primero sigue aquejado del tobillo e incluso de la rodilla y ayer, en la última sesión, tampoco pudo entrenar, por lo que todo apunta a que será baja. Mientras que el segundo sufre dolores en un pie que están precisando de infiltraciones para poder estar a disposición del técnico. El de Mequinenza tendrá que decidir hoy las soluciones; para suplir a Andrés, todo hace indicar que Dalmau seguirá en el once pero cambiando la banda derecha por la izquierda. Otra opción sería meter en el lateral a Josete -central zurdo- y sacar de inicio a Belfortti para ser la pareja de Fran Pérez. Para suplir a Martins, Jorge Luque, Fall y Nafti son las alternativas posibles.