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El embrujo del Carranza, en busca de una victoria

  • Los amarillos vuelven a su 'templo', 22 días después, con una cita trampa

Llega la sexta jornada en LaLiga 1|2|3 y en el casillero del Cádiz aparece una victoria. Es la realidad de un equipo que trata de coger el pulso a la competición entre fichajes tardíos, lesiones graves y carencias en algunas posiciones. Todo ello con la competición avanzando y el Alcorcón con el cartel de próximo visitante, el de hoy, en el Ramón de Carranza. Los suspiros finales dieron alegrías en Santa Cruz de Tenerife y en Albacete, si bien el cadismo busca la felicidad bajo el calor gaditano que se espera esta tarde en el templo amarillo y azul. Siempre toca ganar, pero hoy parece que, además, es obligado.

Álvaro Cervera tiene tres bajas seguras por lesión, Juan Hernández, Servando y Karim Azamoum, pero tampoco contará con Garrido y Jairo. Ambos se han unido esta semana al trabajo del grupo después de muchas semanas ausentes, si bien precisan de una carga adecuada de entrenamientos para acercarse al ritmo del grueso del plantel. Tampoco Sergio Sánchez, que ni siquiera aún ha sido presentado, se vestirá de corto en la cita de hoy.

La clasificación del Cádiz no es ni mucho menos una situación para que se enciendan las alarmas ni ver fantasmas, si bien la dificultad que parece entrañar esta temporada la división de plata hace que sea conveniente sumar con cierta regularidad y mantener una distancia prudente y cómoda con las cuatro últimas posiciones. Cuanto mayor fuera esa distancia, quiere decir que estaría más cerca la zona alta de la clasificación.

El Alcorcón no es, a priori, una de las amenazas más inquietantes del grupo pero tampoco es un caramelo porque mantiene el bloque de las últimas campañas y no pierde ese sello que le está haciendo fuerte en el fútbol profesional en los últimos años. En la previa, Cervera alertaba de las virtudes del conjunto madrileño cuando sale rápido hacia campo contrario.

Una victoria, tres empates y una derrota ponen de relieve que los amarillos sufren para ganar pero también existe un notable grado de dificultad para salgan derrotados del campo. Sumar de uno en uno no lleva a ningún objetivo, pero mantener ese ritmo de ganar un encuentro con cierta asiduidad marcaría unos registros adecuados para competir con calma, lejos de la ansiedad.

La semana de trabajo ha estado marcada por la tranquilidad después de maratón de tres encuentros de la anterior; tres partidos que fueron desplazamientos lejanos y pesados para la plantilla. Con intensidad aunque mayor calma, el Cádiz regresa a su casa para construir su proyecto ante los suyos con la esperanza de regalar un triunfo a una afición ansiosa por sentir la pasión que se respira habitualmente en el Carranza.

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