Las alarmas se encienden en torno al Cádiz CF porque no es habitual que el equipo amarillo pierda dos partidos de manera consecutiva. Hasta ahora es un hecho aislado. El entrenador, Álvaro Cervera, acumula 95 encuentros de Liga en el banquillo cadista -112 en total si se suman los demás partidos oficiales entre fases de ascenso y Copa del Rey- y sólo en dos ocasiones anteriores, bajo su tutela, el equipo encadenó un par de derrotas seguidas.

Lo curioso del caso que el Cádiz CF se ve atrapado en una especie del día de la marmota. Los recientes varapalos concatenados frente al Alcorcón y el Tenerife se convierten en la tercera vez que los amarillos tropiezan con la misma piedra, y para no perder costumbre sucede en el arranque del curso, casi en las mismas jornadas que en las dos campañas precedentes.

En el ejercicio 2016/17, el del regreso del Cádiz CF a Segunda División, el conjunto de Cervera cayó ante el Oviedo (0-2) y el Rayo Vallecano (3-0) en las jornadas séptima y octava para no volver a enlazar dos derrotas consecutivas el resto del año.

En la temporada 2017/18 se repitió la situación como si se tratase de un corta y pega. El Cádiz CF perdió de nuevo en la séptima y la octava jornada, ante el Lorca FC (3-0) y el Osasuna (0-2) y ya no volvió a unir de dos derrotas seguidas en toda la campaña.

Si el Cádiz CF mantiene la tendencia desde su vuelta a la categoría de plata, ya habrá cubierto el cupo de dos derrotas consecutivas en el curso 2018/19. Ahora corre el peligro de sufrir su peor racha si el domingo pierde en casa frente al Nástic de Tarragona después de haber caído sin respiro ante el Alcorcón y el Tenerife.