La entidad cadista, como era de esperar, efectuó ayer el pago de los algo más de 85.000 euros que debía abonar a la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE), por las denuncias interpuestas por varios ex jugadores del equipo amarillo. El abono de esa cantidad ha evitado un descenso administrativo que hubiera llevado al Cádiz a Tercera División.

La cantinela de todos los años se volvió a repetir ayer en muchos clubes del fútbol español, entre ellos el Cádiz, que es ya, desgraciadamente, un clásico en situaciones de impagos. En este caso ha sido una gran ayuda el ingreso que ha recibido la entidad en los tres partidos que como local ha jugado en el play-off para disponer de dinero con el que abonar lo reclamado por varios excadistas que denunciaron ante el sindicato de futbolistas españoles.

Ese dinero corresponden a denuncias de jugadores de las tres últimas temporadas, como han sido los casos de Diego Garrido, Pablo Sánchez, Mikel Martins, Nico Varela, Kike López, Dieguito, Fran Pérez y Nafti. Precisamente al tunecino se le adeudaban unos 26.000 euros, 21.000 a Diego Garrido y 20.000 a Pablo Sánchez. El resto de cantidades resultaba bastante menor.

Los casos de los ex futbolistas cadistas a los que se les debía dinero se ha resuelto de la forma habitual en estas situaciones, una vez que el adeudado presenta denuncia ante el sindicato que defiende los derechos de los jugadores dentro del fútbol español. Antes de la fecha tope, el club deudor debe pagar si no quiere verse condenado a perder la categoría. El Cádiz lo hizo.