El Cádiz atesora dos virtudes, entre otras muchas, que le hacen ser el líder de su grupo -con cinco puntos de ventaja sobre sus inmediatos perseguidores- a falta de once jornadas para la finalización de la competición liguera para dar el pistoletazo de salida al playoff por el ascenso a la categoría de plata. Con 45 dianas, es el equipo más goleador de su grupo -junto con la Balona y el Betis B- y, con 16 en contra, el que menos tantos recibe de toda la Segunda División B después del Mirandés, con sólo 13.

Los amarillos basan su fortaleza en la eficacia goleadora y en las buenas prestaciones defensivas. Pero no es menos cierto que las cifras no engañan, y éstas señalan que el líder no ha conseguido marcar en ocho partidos. En dos de ellos ha consumado sus únicas dos únicas derrotas después de veintisiete jornadas disputadas: contra el Lucena (3-0) y frente al Sevilla Atlético (1-0).

Los otros seis encuentros en los que el Cádiz no ha conseguido perforar la portería contraria han acabado con empate a cero: Ceuta, Sporting Villanueva Promesas, La Unión, Jaén, Cacereño y Écija.

De esas seis igualadas, tres se han producido en Carranza -Ceuta, La Unión y Jaén- y otras tres se han contabilizado a domicilio -Villanueva Promesas, Cacereño y Écija-. Las dos últimas salidas del primero de la clase se han saldado con tablas sin goles.

De los cuatro líderes que reinan hasta ahora en la Segunda División B, el Mirandés (grupo II) también ha sumado ocho encuentros sin mojar, de los cuales seis han sido empates y dos se presentan como las únicas derrotas hasta la fecha del cuadro burgalés.

El Real Madrid-Castilla (grupo I) sólo se ha quedado sin marcar en tres jornadas, aunque eso no ha impedido que haya perdido cinco encuentros.

El Atlético Baleares (grupo III), por su parte, no ha visto puerta en cuatro ocasiones en lo que va de Liga.