Enrique, Ibán Espadas, Babangida... y José Julián de la Cuesta. El mercado de invierno de la temporada 2003/04 trajo al Cádiz al central colombiano, de forma gratuita y tras rechazar el jugador una suculenta oferta de un equipo de Israel. Siete años han pasado desde entonces, cuando llegó con la vitola de joven promesa avalada por su internacionalidad en la categoría sub'20. Y hoy, con una cesión al Valladolid por el medio de su periplo de color amarillo y con un bagaje decepcionante en prácticamente todas las temporadas, sigue siendo más promesa que realidad.

José Julián de la Cuesta (Medellí, Colombia, 1983) es el único jugador, al margen del portero Dani Miguélez, que todavía no ha debutado esta temporada, en la que se llevan disputadas 15 jornadas. Alguna aparición esporádica en las lista de convocados de Javi Gracia y poco más. Nada más. Roberto Mansilla, en un calco de lo ocurrido el curso liguero del ascenso a Segunda División A, parece que le ha ganado la partida en el orden de preferencias del míster y, en Elche, aunque de forma simbólica, se estrenó en la competición y en la categoría.

Parece que Mansilla le ha vuelto a ganar la partida a De la Cuesta, pero el contexto es diferente. Al colombiano le están respetando este año unas lesiones que no han dejado de ponerle piedras en su camino desde que empezara a dedicarse a esto del fútbol. La última, sin ir más lejos, se produjo en la pasada campaña y le apartó del equipo tras seis jornadas siendo titular indiscutible. El club le concedió la baja, fichó a Juanma Delgado en el mercado de invierno y el colombiano estuvo a punto de marcharse al Godoy Cruz de la Primera División argentina.Finalmente, De la Cuesta vivió el ascenso como uno más, pero en la sombra y con sus cinco sentidos puestos en un futuro que le tardó en llegar y que una vez convertido en presente le dejó un serio sabor a decepción. Y es que aunque la plantilla le premiaba con uno de los brazaletes de capitán del equipo, el club le obligó a rebajar el salario de su contrato, un contrato que expira en el próximo mes de junio, para seguir vistiendo de amarillo.

La competencia va más allá y hay que superar también a un Álvaro Silva y a un Dani Fragoso que parecen intocables incluso mostrándose en baja forma.