Cádiz CF

Una competencia sorprendente

  • El equipo de Jose lidera la segunda vuelta empatado a 27 puntos con el Villanovense de Bezares · Ambos equipos se verán las caras dentro de dos jornadas y pueden hacerlo con sus primeros objetivos cumplidos

El Cádiz lo mismo empata que gana, pero es muy difícil que pierda un partido. Y eso le permite seguir ganándose el respeto de sus rivales dentro y fuera del grupo IV de la Segunda División B. El aficionado gaditano pide a su equipo buen juego al margen de buenos resultados, pero la lógica exigencia se desvanece cuando se echa un pequeño vistazo a la tabla de clasificación. Los amarillos son líderes en solitario y este próximo fin de semana pueden dar el gran paso, no para la humanidad pero sí para las intenciones de Quique Pina y su gran compañía, de abrazar la ansiada fase de ascenso a la categoría de plata del fútbol español. Una victoria en La Unión y sendas derrotas del San Roque de Lepe y el Jaén en sus respectivas visitas al Melilla y al Écija darían visa para el primer sueño.

El verdadero objetivo es firmar la primera posición al término de la competición regular. Ser campeones de grupo, vaya. Y los pasos, si se analizan los ilusionantes números, van muy bien dirigidos hacia la meta. El Cádiz es líder también en lo que se lleva disputado de segunda vuelta, aunque a los pupilos de Jose González les ha salido un inesperado compañero que dentro de un par de semanas se convertirá en enemigo. Se trata del Villanovense, que está dibujando una magnífica línea que le ha llevado a tener la permanencia en el bolsillo. El equipo de Juanjo Bezares, que llegó a su nuevo destino en el pasado mercado de invierno, ha sumado los mismos puntos que el Cádiz en las últimas doce jornadas disputadas: 27.

En la parte alta de esa imaginaria tabla de clasificación también aparecen los más fieles perseguidores de los amarillos desde que arrancara la competición liguera, el Lucena, que sería tercero, y la Balona, que firmaría la cuarta posición.

La lupa del análisis no pasa por alto la mala situación actual de otro entrenador gaditano en el grupo IV de Segunda División B. Y es que el Badajoz de Moisés Arteaga, precisamente la última víctima del Villanovense (5-2), sería el colista con los números de la segunda vuelta en las manos. El trabajo de Arteaga, que afronta su primera experiencia seria en un banquillo tras la marcha de Víctor Torres Mestre del equipo, empieza a ser cuestionada y su futuro pende de un hilo. "A día de hoy Moisés se sentará en el banquillo ante el Lorca. Parece que no vamos a ganar ningún partido más. No podemos alarmarnos porque disponemos de una pequeña ventaja, dependemos de nosotros mismos y tenemos que mantenerla. Los demás también tienen que perder", ha señalado Rafael Rojas, director gerente y deportivo del club extremeño, en las últimas horas. "Hemos hablado y se han analizado cosas, pero no hay una decisión tomada ni a favor ni en contra del entrenador. Hay que poner el máximo sentido común a una situación como esta. Por un lado, puedes pensar que un cambio es positivo porque se necesita una inyección diferente; alguien que venga a poner las pilas. Y por otro, que no hay mucho tiempo en seis partidos. Quienes tienen la potestad de cambiar las cosas son los jugadores", escupió Rafael Rojas.

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