Cádiz CF

Las ocho claves del Cádiz CF para ganar al Sevilla

  • El Cádiz debe acercarse al nivel competitivo del rival esperando que no tenga su mejor día

Que un equipo humilde como el Cádiz CF haga un estudio de las maneras para vencer a todo un campeón de Europa como el Sevilla FC, lleva a un escenario con muchos condicionantes. No es fácil tumbar a un enemigo que en los últimos años se ha ido superando a base de títulos y plantillas cada vez más exigentes. El Cádiz es un recién llegado, con jugadores en sus filas que actuaron de amarillo en Segunda A y en algunos casos en Segunda B, mientras que el Sevilla reina como grande del viejo continente y cuenta en su plantel con nombres que desearían sus principales competidores por lo máximo.

No queda otra que apelar a aquello tan manido de que un partido lo juegan once contra once a pesar de que haya un mundo jugador por jugador entre amarillos y blancos. Sin la presión de la grada, el derbi tendrá que resolverse por índice de acierto, físico, calidad y suerte, clave si el equipo gaditano quiere aspirar a dar la sorpresa de la tercera jornada.

Máxima intensidad

Ya se ha comprobado al extremo que lleva el Sevilla los encuentros, siendo el mejor ejemplo el desgaste que tuvo que hacer el Bayern de Múnich para quedarse con la Supercopa de Europa. Hay detrás un trabajo y una intensidad con la que es capaz de sorprender al mismísimo equipo alemán. Esto quiere decir que el desgaste del Cádiz debe ser generoso a pesar de que le corresponda, como es habitual, estar muchos minutos sin el balón. Pero se precisa un trabajo fuerte en las marcas y el cierre de vías de penetración.

El veteranísimo Jesús Navas es un puñal por la banda derecha y uno de los jugadores con capacidad para romper el encuentro por ese lado. Parar al sevillano exige un desgaste enorme a los jugadores de ese costado y a otros tantos que se necesitan en estos casos.

Físico

Va de la mano con la intensidad. Además de la calidad, el conjunto de Julen Lopetegui dispone de una generosidad en el esfuerzo que también vence por goleada a rivales de primer nivel. Lucas Ocampos es un continuo derroche físico en cualquier parcela, pero es que su compañero de línea En-Nesyri somete al enemigo a una presión que da resultado si los recursos son escasos con el balón en los pies.

Detrás de ese sello del Sevilla hay una preparación de '10' que le permite ir agotando a sus 'víctimas'. Es cierto que estamos en una fase inicial de temporada y que el punto adecuado de rendimiento está por llegar, pero el rival del Cádiz este domingo ya ha demostrado que su hambre de título va acorde a sus fuerzas. A los cadistas les tocará trabajar el doble de lo habitual pero, lo más importante, hacerlo con inteligencia.

Incomodarle con y sin balón

Roberto Perera, el segundo entrenador del Cádiz, fue una de las claves que recalcó en su comparecencia del viernes. A un enemigo tan poderoso hay que hacer que se sienta mal con el esférico y sin él en su poder. Que no encuentre el camino fácil de otras ocasiones y que pueda caer en la desesperación al ver que no salen las cosas. No es tarea fácil para todo el once amarillo estar encima de futbolistas de talla mundial como Rakitic, Koundé o Franco Vázquez, por poner tres ejemplos.

Cervera sabe que en el ADN de sus pupilos aparece aquello de no 'oler' el balón y de ser barrido en la posesión, muy habitual desde la llegada del técnico. Se vio en Huesca con unas estadísticas de 79-21% de posesión para los azulgranas, que al final cayeron 0-2. Pero, claro está, el conjunto oscense no es el Sevilla.

Un muro en la medular

En el Cádiz todos trabajan para todos, aunque más que nunca la labor del centro del campo se antoja decisiva si hay que aferrarse a alguna esperanza de que el cuadro de Lopetegui no pueda alcanzar su objetivo en el Ramón de Carranza. Los sevillistas deben sentir que esa línea antes de la defensa es una máquina casi perfecta de colocación que no hay manera de superar. No pueden producirse fisuras porque el seis veces campeón de la Liga Europa no desaprovecha la concesión.

Es el partido para tener al 100% a Jon Ander Garrido. 'Perro de presa' donde los haya, con físico y una capacidad elevada de abarcar terreno, el vasco disfruta en un escenario en el que toca correr, fajarse, 'morder' y sacar a relucir todo el carácter de un equipo modesto pero intenso. Sin Garrido, esa labor tendrá que corresponder a José Mari y el acompañante que le asignen los técnicos.

Robar en cualquier zona

Otro arma que al Cádiz le da buen resultado. Recuperar el balón y ser rápido de piernas y mente para montar un contragolpe que acabe en el objetivo del gol. Si se consigue, la ventaja dará alas. Y si no es así, al menos el Sevilla se dará cuenta del riesgo que corre si le roban la cartera. Un jugador como Salvi debería ser el referente para llegar rápido al área rival en ese tipo de situaciones. No hay mucha más velocidad para sorprender, aunque sí clase como la de Pombo o Álex Fernández para acertar con un buen pase. Pero todo dependerá de la capacidad de los amarillos para arrebatar el balón al Sevilla.

Efectividad rematadora

La lógica dice que, a priori, los cadistas tendrán pocas ocasiones para plantarse con claridad en la portería del conjunto hispalense. Esto quiere decir que el índice de acierto debe ser muy alto cuando se trate de buscar el gol. Un potencial como el de los pupilos de Lopetegui no es fácil de superar para ver de cerca la cara del portero sevillista. Además del robo y contragolpe, el balón parado debería tener su peso específico pensando en rematadores como Álvaro Negredo, Marcos Mauro o Cala.

Que el Cádiz tenga un buen día

En esta clave del análisis entra un aspecto muy necesario en el equipo pequeño: que todo salga de cara para tener un día casi perfecto. Las pocas armas que dispone el conjunto de Cervera, unido a que la suerte se vista de amarillo, puede dar lugar al día perfecto en el que sale todo de cara. Muchas veces el éxito de un partido de esta exigencia depende de tener esa fortuna como aliada.

Que al Sevilla no le salga nada

Y lo mismo debe pasar con un adversario con tanto potencial. Si tiene un día para olvidar, puede ganar por la calidad individual. Aunque siempre estará más cerca que se atasque en su propia incapacidad o poca fortuna y que ese factor corra a favor del Cádiz. No es algo nuevo. Cuando un equipo pequeño sorprende a uno de los grandes, en casi todos los casos se han dado la mano un gran partido del débil con uno pésimo del poderoso. Forma parte de los 'brujos' del balompié, de que este domingo vistan de amarillo.

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