El tempranero alirón concede un margen de maniobra suficiente para preparar la fase de ascenso. Tres de los cuatro campeones de Segunda División B disponen del mismo tiempo para preparar la eliminatoria que da el billete directo a la gloria, lo que hace suponer que los mejores equipos de la categoría de bronce llegarán en plenitud física a la cita más importante de la temporada. Mirandés, Atlético Baleares y Cádiz sellaron el domingo el primer puesto de sus respectivos grupos, una semana después de que lo hiciera el Real Madrid Castilla, el primero en cerrar el pase a la batalla final.

En el caso del equipo amarillo, la labor se centra ahora en los jugadores que más minutos acumulan a lo largo del campeonato liguero. "Se llevará a cabo un trabajo orientado en las próximas dos semanas", explica el preparador físico del Cádiz, Pepe Losada.

Así, los futbolistas habituales en las alineaciones realizarán en los próximos días un trabajo individual y específico con el objetivo de "afilar los niveles de condición física y actuar en la zona más desgastada de cada uno", resalta Losada.

El responsable de la parcela física de la plantilla amarilla se apoyará en el médico y el fisioterapeuta para desarrollar el tratamiento individualizado a cada futbolista sometido a ese trabajo especial.

Serán dos semanas parecidas a una minipretemporada pensada para que la plantilla llegue a la fase de ascenso en plenitud física. Aunque el objetivo es lograr el ascenso a las primeras de cambio, la preparación está pensada para la posibilidad de que el Cádiz tuviera que jugar seis partidos en lugar de dos si resultara eliminado en el cruce entre campeones.

Losada asegura que el nivel físico de la plantilla en la recta final de la campaña "es óptimo". De hecho, subraya que "estamos donde queremos estar después de cumplir los ciclos previstos, sin lesiones y con la gente fresca, y esto nos da tranquilidad para trabajar y afilar los puntos más deficitarios de cada uno".

Consolidar los niveles de resistencia y fuerza es lo que más importa a estas alturas del curso cuando se acerca la hora de la verdad. La dinámica de trabajo derivará en sesiones intensas y cortas para buscar la denominada calidad del entrenamiento.

Losada no cree que el equipo amarilllo pierda ritmo competitivo una vez que ha consumado el primer objetivo de ser campeón de grupo. "Después de casi cuarenta partidos -entre la Liga y la Copa del Rey- no viene mal parar un poco". Todo está pensado para que los jugadores estén el máximo el próximo 20 de mayo.