Se hace el silencio en el estadio Carranza. Circunstancias sobrevenidas que nadie podía imaginar hace varias semanas obligan a detener la actividad competitiva y el Cádiz CF no salta al césped hasta nueva orden.

La propagación del coronavirus impide el avance de la Liga y las gradas del Carranza se quedan vacías durante un tiempo. No hay sonidos en el estadio. En el túnel de vestuarios reina el silencio pero imperan los mensajes de exaltación del cadismo, ajenos a todo lo que sucede mientras aguardan junt con el escudo el regreso del equipo amarillo a su santuario.