Cádiz CF

Del bochorno a la creencia

  • Vizcaíno da un tirón de orejas a la plantilla y no garantiza la continuidad de Claudio hasta final de curso, aunque dice que confía en el técnico y que hay plantilla de sobra para subir

El presidente del Cádiz, Manuel Vizcaíno, compareció ayer ante la prensa en medio de la crisis deportiva desatada tras las dos derrotas consecutivas del Cádiz que le apartan de manera definitiva del liderato y siembran dudas sobre su aptitud para escalar a la categoría de plata. Afirmó que sintió bochorno en el Municipal de La Línea, no aseguró la continuidad de Claudio Barragán hasta final de curso aunque se mostró convencido de la "sobrada capacidad" de la plantilla para conseguir el ascenso. En su papel institucional, de puertas afuera, pega un tirón de orejas a cuerpo técnico y futbolistas, pero confía plenamente en que todos ellos conduzcan al equipo a una categoría superior.

Vizcaíno dijo no haber sentido vergüenza el pasado domingo en La Línea ante el mal partido del equipo frente a la Balona aunque se valió de un sinónimo, bochorno, para explicar la sensación que experimentó. No quiso emplear la palabra vergüenza y se valió de bochorno e incluso llegó a utilizar el calificativo de ridículo en algún momento de la rueda de prensa.

A su juicio, la derrota cosechada la semana anterior contra el Betis B "fue un accidente", pero la sufrida en la ciudad linense fue más grave. "El entrenador y los jugadores me trasladaron que ellos vivieron la sensación de bochorno", comentó el dirigente, que no ocultó que el liderato "es casi imposible -nueve puntos menos que el Real Murcia- y no entrar en la fase de ascenso como cabeza de grupo "sería el primer fracaso del presidente, el entrenador y los jugadores", aunque recalcó que todavía "queda margen para dar el salto a Segunda A".

El sevillano aguarda al desenlace de la temporada para hacer balance. Al ser preguntado si estaba decepcionado con el equipo, afirmó que "lo estaré si no logramos el objetivo", aunque subrayó "el culpable soy yo, ellos -entrenador y jugadores- son empleados del club".

Era inevitable la pregunta sobre la situación de Claudio Barragán en el banquillo. El presidente dijo que confía en que el entrenador que subirá al equipo pero no quiso poner la mano en el fuego sobre la continuidad del preparador cadista hasta final de curso. Vizcaíno indicó que "ha habido momentos en los que el equipo estuvo peor que ahora. Pesa la desazón porque en el minuto 60 del partido contra el Betis B -el Cádiz ganaba entonces por 0-1- se pensaba que íbamos a ser líderes y en el 90 que no estábamos en el play-off. La desazón que me produjo fue un regalo inesperado que no supimos aprovechar" -el Cádiz desperdició una ocasión de oro para colocarse a tres puntos del líder-.

Recordó que tras el encuentro el contra La Hoya Lorca (empate a uno en casa) "estuvimos bastante peor. Ahora estamos más afianzados en play-off que en ese partido. Claudio tiene claros los conceptos para que el Cádiz suba, el fútbol le debe cosas a Claudio. Creo tanto en Claudio, es algo que he dicho a los jugadores y estoy convencido de que logrará el objetivo". Ante la insistente pregunta de los periodistas de si el técnico seguirá hasta el último partido de la temporada, Vizcaíno no garantizó su continuidad al señalar que "todos estamos de paso en el Cádiz, no sé si yo voy a estar, y menos si voy a estar el lunes".

Lo que sí remarcó el máximo responsable del club es que "cuando tienes que tomar decisiones importantes no se debe hacer por un calentón. La afición emite una opinión, pero esto es un barco muy grande y hay que tener cuidado. Los cambios en la plantilla puede salir bien o no".

"El equipo es el que es. La plantilla tiene capacidad de sobra para subir", aseguró el mandatario cadista, quien añadió que hay "una combinación de veteranía y juventud que me hace ser optimista".

Vizcaíno no duda de la profesionalidad de los jugadores. Todo lo contrario. Afirmó con rotundidad que "el vestuario es de diez, pero tiene que dar un paso adelante, si no se logra el objetivo". La constancia es un elemento primordial para hacer realidad el reto del regreso a la división de plata. "Si no conseguimos una regularidad de juego y resultados, es una quimera subir. El equipo pasó de tener dudas a una buena racha de tres partidos, después vuelve a la indefinición, otra racha mejor y ahora dos derrotas. A ver si ahora cogemos la buena".

La afición mostró un enorme enfado tras el varapalo de La Línea -hubo hinchas que abroncaron a técnico y futbolistas-y el presidente se sintió identificado con lo seguidores. "Yo le hubiese dicho lo más grande a los jugadores en La Línea. La afición tiene derecho a decir lo que dijo. Yo como presidente tengo que dar tranquilidad al entorno en pos del objetivo. La gente se gasta el dinero y ve ese numerito, es normal que se enfade cuando ve el ridículo".

El presidente del Cádiz justificó el regalo de la entradas a los aficionados cadistas que acudieron a La Línea. "Para el próximo domingo se tiende la mano a los valientes, a la mejor afición, voy a tener un detalle y desde el primer minuto tengo la obligación de empezar a ganar el partido".

Vizcaíno se agarra a lo positivo. "Me quedo con el partido de Murcia, con los profesionales y el plantillón que tenemos. Sé cuando un futbolista la de igual todo y sé cuando un tío veterano te dice preocupado que nos equivocamos. Ellos son los primeros en reconocer que fue un bochorno lo de La Línea.".

El sevillano admitió que la temporada "no empezó bien" y "lo mejorado -en referencia a los refuerzos de invierno- da frutos a medias".

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios