Cádiz CF

El balón parado es el mejor aliado

  • Los tres victorias del equipo amarillo con Agné en el banquillo han llegado gracias a la estrategia

Pasito a pasito, el Cádiz ha iniciado su particular escalada con un destino final rotulado con un signo de interrogación que abre un amplio abanico de posibilidades en el futuro cercano. Más allá de pensar en qué peldaño de la clasificación estará ubicado el conjunto amarillo dentro de un par de meses, la prioridad del presente conduce a una cruda realidad que pasa por un urgente alejamiento kilométrico de la zonas de descenso y promoción de las que salió el pasado fin de semana con el propósito de no volver jamás. Enclavado en la decimoquimta posición y con el aliento en el cogote de los perseguidores, pensar más allá de la salvación con la que está cayendo es una osadía.

El abandono de las alcantarillas de la tabla adquirirá visos de permanencia cuando el equipo gaditano sea capaz de conseguir victorias consecutivas, un deseo que no se ha traducido en hechos pese a que ya han transcurrido nada menos que 23 jornadas del campeonato liguero. Los amarillos van ganando crédito con zancadas cortas aunque hasta ahora suficientes para escapar del peligro de manera provisional, ya que una derrota este fin de semana en la visita al San Roque de Lepe podría devolver al Cádiz a las posiciones infernales en las que ya se ha estado quemando en los últimos meses.

No conocer la derrota en los cuatro partidos de la segunda vuelta es una señal tan positiva como inédita en esta oscura temporada para el universo cadista. Las prestaciones del inquilino del estadio Carranza han aumentado desde el aterrizaje en diciembre de Raúl Agné, que acumula un balance de tres triunfos, dos empates y un par de tropiezos. Siete partidos, con seis goles a favor y cuatro en contra.

En ese trío de victorias fueron decisivas las acciones de estrategia, esas que pueden dar (y quitar) numerosos puntos a lo largo del curso, que se convierten en la mejor alternativa cuando el juego no funciona, que en un momento dado desequilibran un partido gracias al trabajo que se hace entre semana en los entrenamientos.

Como dato llamativo destaca la nota común de que los tres partidos ganados por el Cádiz a golpe de estrategia fueron contra adversarios directos en la clasificación en la dura batalla por la permanencia que continúa abierta: Sanluqueño, Loja y Villanovense.

El primer éxito de la era Agné -en el segundo encuentro del técnico en el banquillo- se produjo contra el Atlético Sanluqueño el pasado 22 de diciembre, cuando el conjunto amarillo doblegó por la mínima a la escuadra de la Costa Noroeste de la provincia gaditana (1-0) y recuperó la senda victoriosa después de dos meses de preocupante sequía.

El único tanto del duelo entre dos clubes amigos, firmado por Raúl Albentosa, llegó fruto de un saque de esquina que el zaguero valenciano aprovechó para cabecear el balón al interior de la portería visitante. Gol nacido de la estrategia y tres puntos de oro.

El segundo triunfo, cosechado en el campo del Loja en la apertura del segundo tramo de la temporada (1-3), se fraguó también con la pelota parada y desde el banderín de córner. Las dos primeras dianas del Cádiz tuvieron su génesis desde la esquina y un idéntico desenlace con los remates de Juan Villar que facilitaron la obtención de los tres puntos ante el único conjunto granadino del grupo IV. El tercer gol, obra también del onubense, sí se originó con la pelota en juego tras un pase recogido por el protagonista del choque, que culminó con acierto una jugada individual para firmar un hat trick.

La tercera victoria con el aragonés como técnico es la más reciente contra el Villanovense el pasado domingo en el estadio Carranza. El partido caminaba directo hacia el empate sin goles, con un Cádiz incapaz de generar oportunidades para inclinar la balanza a su favor. Pero a falta de algo más de un cuarto de hora para el pitido final, Josete se estrenó como goleador amarillo con un zurdazo de falta que destrozó la muralla defensiva del rival y otorgó una importante victoria. Una acción a balón parado era la única posibilidad de superar el autobús que puso el cuafro extremeño.

Cuando el Cádiz no marca desde la quietud del esférico llegan los problemas para obtener el triunfo. Ante la Balona anotó Juan Villar en una acción del juego en el que fue el tanto de la igualada. Contra Jaén, Almería B (derrotas) y San Fernando los goles brillaron por su ausencia.

De los seis goles que ha conseguido el equipo con el nuevo entrenador, cuatro vieron la luz con la energía de la estrategia. El Cádiz funciona en el ataque estático, pero sólo ha perforado dos veces la portería en el juego en movimiento, lo que convierte esa faceta en una asignatura que debe reforzar cuanto antes, porque no siempre será posible sacar adelante los partidos conlanzamientos de faltas o saques desde la esquina.

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