El Cádiz no tuvo piedad del colista en uno de los partidos más cómodos de la temporada. Quizás la visita más fácil. El líder se estrenaba como campeón matemático y, aunque no se jugaba nada frente a un Córdoba B que sí necesitaba el triunfo en su desesperada pelea por la permanencia, se empleó con la intensidad suficiente para engordar su casillero de puntos. Eso sí, no quiso ensañarse con un equipo que ofreció hechuras de Tercera División. El conjunto amarillo fue tan superior a su adversario que la goleada pudo ser parecida a la que el día anterior había endosado el Barcelona al Córdoba (0-8) de haber estado más atinado en la definición. Entre la falta de acierto en el remate, el exceso de recreación en los metros finales y la brillante actuación de Jon Villanueva, al final el marcador resultó cortó comparado con las numerosas ocasiones generadas por un Cádiz al que casi incomodó más el fuerte calor que un rival con escaso fuelle, carente de pegada y una descarada endeblez defensiva.

Pocos peros se le pueden poner a los hombres entrenados por Claudio Barragán, que compitieron pese a que nada se jugaban en el envite. El único lunar radicó el poco porcentaje de acierto en ataque, una asignatura intrascendente ayer pero de vital importancia cuando empiece la auténtica batalla por el ascenso, donde perdonar ocasiones tan claras puede costar muy caro. En la primera de las tres pruebas antes del play-off, los gaditanos aprobaron con nota en un escenario de Primera como es el Nuevo Arcángel. El partido por momentos pareció un entrenamiento dada la enorme diferencia entre el primer y el último de la clase.

Claudio hacía rotaciones en todas las líneas excepto en la portería, en la que mantenía a Aulestia. En defensa daba entrada a Arregi en el centro y a Tomás en el lateral izquierdo -Andrés Sánchez se ubicaba en el derecho-, en la medular colocaba a Navarrete y en ataque concedía la titularidad en las bandas a Hugo y Migue García, mientras que Airam era el hombre más adelantado.

Los locales, urgidos por la necesidad de puntos, apretaban en el arranque y casi marcaban antes del primer minuto tras un zapatazo de Juanfran que Aulestia desviaba con un paradón.

Los anfitriones, aupados por el entusiasmo en el comienzo, se volcaban en ataque sin el más mínimo recato y dejaban boquetes en la retaguardia del tamaño de la capaz de ozono. Los amarillos, encantados de la vida, encontraban una autopista para montar contras y Hugo estaba punto de inaugurar el marcador en el minuto 3, pero su derechazo se topaba con el acierto de Jon Villanueva, que mandaba el esférico a la esquina. Tras el saque de córner, Migue García lo intentaba con una rosca que se perdía por encima del larguero.

El líder se defendía con orden, contenía las intentonas de los cordobeses y salía una y otra vez a la contra con una facilidad pasmosa. Llegaba con tanta facilidad al área contraria que el gol visitante se mascaba en cada acción. Hugo y Migue García aparecían por todas partes, Fran Machado abría espacios, Navarrete se incorporaba con peligro y Airam Cabrera no paraba de pisar el área.

Si el Cádiz no cobraba ventaja no era por falta de oportunidades. Justo en el primer cuarto de hora disponía de una triple ocasión que no acababa en gol de milagro. Migue García se internaba solo dentro del área pero un defensa dificultaba su definición. El balón quedaba suelto, el cancerbero rechazaba el remate a bocajarro de Airam y Hugo lanzaba arriba.

Tan clara como esas fue la que tenía ariete canario apenas un minuto más tarde. Recibía dentro del área un pase medido de Hugo y su fuerte disparo con la bota derecha impactaba con violencia en el larguero. De nuevo se asociaban el gaditano y el tinerfeño en el 21, aunque el delantero no llegaba a la pelota por milímetros para cabecear cerca de la portería. Continuaba la jugada y Navarrete desperdiciaba un mano a mano con Villanueva. El chileno, solo frente al portero, dejaba escapar la última oportunidad de oro que disfrutaban los gaditanos para ponerse por delante antes del descanso. No sacaba jugo el campeón a sus mejores momentos y el intermedio llamaba a la puerta con equilibrio en el marcador pese a la manifiesta superioridad en el juego de los amarillos.

Claudio dejaba en el vestuario a Migue García en la reanudación y daba entrada a Kike Márquez. Los locales salían en busca del gol, pero poco ofrecían en ataque enredados en un quiero y no puedo. Dani Hernández avisaba con un intencionado lanzamiento que se marchaba cerca de un palo (minuto 48) en la única aproximación de cierto calado de los anfitriones en el segundo acto. Kike Márquez daba la réplica (en el 51) pero el omnipresente Villanueva desviaba a córner poco antes de que un tiro de Fran Machado se estrellara en el palo.

El partido no terminaba de romper por ningún lado hasta que llegaba el punto de inflexión entre los minutos 59 y 61 con dos acciones claves. En la primera, el Cádiz por fin conseguía abrir la lata gracias a un disparo de Airam Cabrera ante el que nada podía hacer el guardián del arco, que no lo podía parar todo. El canario, bien colocado en el corazón del área, agradecía el centro medido e Andrés Sánchez, no perdonaba en la zon caliente y abría el camino de la victoria. Con el 0-1 y el partido bien encaminado, la situación se ponía aún más fácil para el campeón cuando Juanfran, la referencia en ataque de los cordobeses, era expulsado por una fea entrada sobre Navarrete con media hora por delante.

La vía quedaba expedita para los gaditanos, que debían buscar el segundo tanto para cerrar el partido de manera definitiva.

Sólo existía un equipo sobre el césped, pero la sentencia acumulaba retraso porque los amarillos se empeñaban en coleccionar fallos en el remate, algunos estrepitosos como el protagonizado por Kike Márquez. En el 65, el sanluqueño recibía un servicio de Airam en la frontal del área pequeña, con la portería vacía para empujar el balón a placer. Era casi imposible no marcar, pero de manera inexplicable mandaba el cuero por encima del larguero en un error escandaloso que tardará en olvidar, si es el que alguna vez logra borrarlo de su memoria.

Insistía el líder ante una equipo entregado a su suerte. Un gol anulado en el minuto 70 por claro fuera de juego de Juan Villar (en el campo desde el 59) aumentaba la lista de ocasiones, a la que se sumaba otra de Kike Márquez (en el 76), que esta vez sí veía puerta pero Villanueva repelía a lo justo.

El portero local se erigía en el mejor jugador del partido. En el 83, evitaba el gol de Tomás, que se había quedado solo ante él, pero un minuto después nada podía hacer frente a tres jugadores del Cádiz que invadían sus dominios sin ninguna oposición. Airam Cabrera culminaba una gran tarde con la firma del 0-2. El canario montaba una contra de manual, pasaba el balón a Juan Villar y el onubense, solo ante el portero, prefería pasar al otro lado, donde entraban solos Jona (llevaba diez minutos sobre el césped) y el tinerfeño. Cualquiera de los dos podía marcar a puerta vacía, pero el delantero ayer titular llegaba primero y ponía la rúbrica al encuentro.

El choque estaba más que resuelto y el campeón frenaba su intensidad. Al final, en el 90, Juan Villar trataba de marcar su gol pero de nuevo aparecía la gigantesca figura de Villanueva, que ganaba otro mano a mano para dejar todo como estaba.

ÁRBITRO: Pinto Herrera (canario). 

TARJETAS: Rojas Expulsó al local Juanfran (61'). Amarillas Amonestó al local César (25') y a los visitantes Josete (66') y Garrido (70'). 

GOLES: 0-1 (59') Airam Cabrera Centra Andrés Sánchez, el canario recibe dentro del área y fusila al portero con un potente zurdazo. 0-2 (84') Airam Cabrera El tinerfeño inicia una contra, sirve a Juan Villar y el onubense devuelve el pase para que el ariete empuje a puerta vacía. 

INCIDENCIAS: Encuentro de la 36ª jornada de Liga, encuadrado dentro del grupo IV de Segunda B, disputado el estadio Nuevo Arcángel en presencia de algo más de 1.000 espectadores, entre ellos algunos aficionados del equipo amarillo.