José María González demostró ayer sus dotes como algo más que un simple alcalde. De sobra conocida por todos su afición al fútbol, su cadismo, el regidor de la capital gaditana aprovechó la ocasión que le brindó José María García, al pasar de puntillas durante su pregón por el pasado, presente y futuro del torneo, para exponer una breve reseña, a modo de presentación, de los tres conjuntos participantes en esta edición.

El alcalde destacó la presencia de Las Palmas, que el año pasado no se presentaba como favorito y se alzó por méritos propios con la monumental copa. Por supuesto, del Betis de Quique Setién, un equipo que vuelve a ilusionar a su afición, con un juego alegre, y que la próxima temporada volverá a disputar competición europea. Y ni que decir, del Cádiz, "el equipo de Alvarito Cervera", que esta campaña lo tendrá aún más complicado por la dificultad que entraña la Segunda.

Del futuro del Trofeo, la responsabilidad puede a su afición y aclara que todas las partes deben trabajar para organizar el mejor torneo posible.

Disculpada la ausencia de algún representante del cuadro canario, porque el horario de los vuelos impedía que la expedición llegara a tiempo, el que sí estuvo presente durante el acto celebrado en el Salón de Plenos del Ayuntamiento fue el consejero delegado del Betis, Ramón Alcorcón, que puso de relieve los vínculos de su club con Cádiz y el equipo amarillo, "con aficiones parejas". Igualmente, destacó la fórmula de las dos finales, "porque el fútbol de hoy está marcado por la televisión y era complicado" y aseguró para concluir que el Carranza sirve "para unir por el deporte a Cádiz y Sevilla".