Cádiz CF

La afición es la única que da la talla

  • La hinchada termina harta y los jugadores reciben reproches

Los más de 800 seguidores del Cádiz no se merecieron el triste espectáculo que ofreció su equipo sobre el tapete sintético del Municipal de La Línea. Mientras los aficionados se desgañitaron desde la Preferencia para dar aliento a los suyos, los jugadores respondieron con una patética imagen que sulfuró a más de un hincha. La indignación fue patente no sólo por la derrota, sino por la manera. El resbalón fue sonado.

Y es que una vez finalizado el encuentro, una vez consumado el enésimo fiasco, numerosos seguidores esperaron a la expedición cadista al pie del autobús y soltaron de todo menos bonito. Hay un hartazgo general y lo extraño es que haya tanta gente que siga yendo detrás de un equipo que se estrella año tras año. Esta temporada lleva el mismo camino.

La afición cadista estuvo a la altura del duelo provincial, no como el equipo, que se arrastró durante la segunda parte. Lo mejor del encuentro fue, sin duda, la armoniosa convivencia entre las dos hinchadas culminada tras el pitido final con intercambio de aplausos, como los que se llevó Dani Güiza cuando fue sustituido, no sólo de los cadistas, también de la parroquia local. Ganó la Balona y la fiesta del fútbol

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