No ocultaba el presidente del Cádiz, Manuel Vizcaíno, que el de ayer era "un día duro" después de la derrota sufrida el domingo frente al Real Oviedo, aunque apostaba por mirar hacia delante porque las opciones de ascenso a Segunda A siguen intactas. En una rueda de prensa ofrecida en la mañana de ayer Ciudad Deportiva de El Rosal -antes el sorteo- Vizcaíno aseguraba que "me tranquiliza mucho cómo se acometen las cosas gracias a la experiencia que tiene Claudio y Alfredo". Remarcaba que el Cádiz continúa vivo. "Hemos hecho las cosas tan bien durante la temporada que tenemos una segunda bala. Ahora estamos ofuscados pero hay una posibilidad real de ascenso".

El presidente no dudaba en decir que "la afición estuvo a la altura y ahora le toca al equipo. Hay que dar las gracia a la afición, que siga apretando". El accionista de Locos por el Balón comentaba además que el Cádiz "fue mejor" en el Carlos Tartiere que su rival y que el Oviedo "fue mejor" en el Carranza. "La eliminatoria estaba al 50% y salió cruz".

El dirigente cadista no podía ser más claro cuando afirmaba, sin rodeos, que no lograr el ascenso "sería un fracaso absoluto", pero se mostraba optimista al subrayar que "vamos a quedarnos con que podemos subir de categoría". Preguntado por la plantilla, Vizcaíno indicaba que "me quito el sombrero ante el entrenador y los jugadores porque gracias a ellos seguimos vivos y tenemos una segunda oportunidad. Ahora hay que apretar los dientes y pelear al máximo por el ascenso. No vamos a bajar los brazos y no nos ganará el derrotismo clásico". No entraba el presidente en cuestiones que atañen al técnico. "Claudio hizo lo que tenía que hacer".

No negaba el mandatario cadista que algún jugador pudo estar atenazado por la presión, aunque aseguraba que "no me decepcionó nadie". Recalcaba que nunca había vivido lo del pasado domingo y que ahora "estamos doctorados en cadismo exacerbado. Lo del autobús -el recibimiento masivo de la afición- no lo había visto en mi vida. Los jugadores se doctoraron en eso y si hay presión se tiene que convertir en buena. El apoyo de la gente en casa tiene que dar alas".