El presidente del Cádiz, Manuel Vizcaíno, habló ayer sobre la batalla campal entre radicales desatada el pasado domingo en El Rosal antes del partido entre el Cádiz B y el Xerez. "Alguien se ha equivocado. Entono el mea culpa como Cádiz CF por no haber podido evitar lo que no se sabía. Si hubiéramos sabido la posibilidad de que hubiera habido cualquier enfrentamiento hubiéramos tomados otras medidas, desgraciadamente los violentos intentan acaparar un protagonismo que inmerecidamente quieren llevar", señaló el mandatario cadista en los micrófonos de la Cadena Cope.

"Los violentos sobran en el fútbol", subrayó el presidente, que excluyó a Brigadas Amarillas de los incidentes y sobre ellos indicó que "son ejemplo de animación. Quiero sacarlos del contexto de lo que significó la escena dantesca de los salvajes en El Rosal y que dañó la imagen del Cádiz. Entono la parte de culpa que al Cádiz le corresponda. Hicimos lo que teníamos que hacer previo al partido. De todo se aprende en la vida".

El club está a la espera del informe policial. Vizcaíno explicó que "aún no tengo el informe. Si alguno de los implicados fuera abonado del Cádiz, no podría entrar en el campo que dependa del Cádiz durante el tiempo que fuera sancionado. La ley es taxativa. En cualquier caso, creo que abonados del Cádiz había pocos ahí. Eso lo dirá el tiempo cuando el informe venga con nombres y apellidos".

El presidente volvió a defender a Brigadas Amarillas, pero también fue muy claro con las medidas que puede adoptar el club llegado el caso. "No me tiembla el pulso por expulsar a abonados del Cádiz. Pero tampoco me temblará porque es la ley la que me dice que lo tengo que echar. La afición del Cádiz es modélica y Brigadas Amarillas del Cádiz son modélicos. Y no se puede colectivizar en este asunto con Brigadas Amarillas".