Diego Tristán y Nano González se encuentran en la misma encrucijada. Los dos jugadores gozaron de la titularidad el pasado sábado y el rendimiento de ambos estuvo a gran altura, incluso marcando un gol el delantero. El problema es que se acerca otro encuentro y es toda una incógnita la continuidad de ambos en el once.

Nano se mostró ayer convencido de lo que él, si fuera entrenador, haría en el choque de Elche: "Si se hace un buen trabajo y se logra la victoria, soy partidario de repetir once, pero la decisión es del míster. Me veo para jugar aunque el entrenador es el que decide". El malagueño se siente identificado con su nuevo papel en las acciones de estrategia, lo que lleva a decir que "en la mayoría de equipos en los que he estado me encargaba de las faltas y los saques de esquina, por lo que no es algo nuevo para mí". "Es una faceta en la que me siento cómodo".

Por su parte, Diego Tristán está feliz por su aportación en el triunfo sobre el Celta. "En lo personal estoy contento por haber vuelto al once titular, haber hecho un gol y por el buen trabajo realizado", añadiendo que desde el principio "vine con la idea de ayudar, de hacer grandes cosas y ver hasta dónde podía llegar el equipo". "El sábado me salió bastante bien y espero ganarme la continuidad. Para conseguirla no hay otra manera que seguir trabajando de la misma manera, seguir haciendo goles y que el equipo siga estando igual de bien. Es algo complicado porque todo el mundo quiere jugar y quiere hacerlo en el once titular".

Lo más difícil para Tristán es lograr no perder el caballo de la titularidad. "No he bajado en ningún momento los brazos y nadie podrá decir que no he seguido con las mismas ganas de trabajar. Ahora que he tenido la ocasión y que las cosas me han salido bien, tengo que intentar que nadie me quite de ahí", asevera de manera contundente.

Huye de objetivos o retos personales porque lo primero que necesita es tener continuidad para que su juego y su aportación vayan a más. "Ya no tengo veinte años para decir hasta dónde puedo llegar. Hay que ir partido a partido. Mi fútbol, el que me haya visto jugar lo sabe, va mejorando conforme avanzan los partidos. Soy un jugador que siempre necesito continuidad y, a partir de ahí, veremos lo que puedo aportar al equipo. Nadie te regala nada porque en Primera y en Segunda está todo muy igualado. Hay que ganarse el sitio día a día, si bien siempre he dicho que tenía ilusión y ganas de demostrar cosas. Pero es en el campo donde se habla", finaliza el ariete sevillano.