Llega la hora de la verdad. La especulaciones pasan a mejor vida y la realidad irrumpe como un rayo de esperanza. Cuesta tanto creer como no creer y el Cádiz luchará al máximo mientras tenga posibilidades de pelear el ascenso. Nada se puede descartar antes de la batalla y el equipo amarillo se juega hoy la vida en 180 minutos en los que puede pasar de todo.

El primer domingo de mayo llama a la puerta con una apasionante jornada de Liga, la penúltima, en la que el Cádiz afronta el reto de meterse de nuevo en la zona de fase de ascenso para volver a depender de sí mismo en el definitivo capítulo del campeonato que se disputará el próximo fin de semana. El equipo amarillo no sólo está obligado a derrotar a La Roda en el fortín del estadio Carranza (a las siete de la tarde), debe esperar además a que Guadalajara o Cartagena (o los dos) no ganen sus respectivos partidos fuera de casa. Con que falle uno de los dos es suficiente siempre y cuando los gaditanos se hagan con el triunfo en casa frente a la escuadra manchega. Ganar es el requisito indispensable antes de escrutar los marcadores que también tienen influencia en el devenir del conjunto amarillo, que hoy 'juega' en tres campos: Carranza, Álvarez Claro y Nuevo Mirador. Tres finales en un domingo no apto para cardíacos en el que ya no cabe el margen de error.

En principio, siempre en teoría, buena parte de las posibilidades del Cádiz de regresar a la planta noble pasan por la 37ª jornada. Si no es hoy, más complicado será el día 11.

El Cádiz parte con la desventaja de tener que verse favorecido por otros resultados además de resolver el suyo sin descuido. Ocupa el quinto peldaño de la clasificación con 65 puntos, uno menos que el Guadalajara (66), cuarto, y dos por debajo del Cartagena (67), tercero. Es innegable que quedar en manos de los demás a estas alturas de la temporada supone un inconveniente digno de consideración, pero no es menos cierto que las salidas de los dos rivales directos de los amarillos no son nada fáciles. El cuadro alcarreño visita a un Melilla que, aunque nada se juega en el envite, no conoce la derrota en su feudo en toda la segunda vuelta y en teoría, en su campo y con el apoyo de su afición debe poner en dificultades a los visitantes. La escuadra murciana, por su parte, comparece en el Nuevo Mirador de Algeciras para medirse a un equipo local que aún no ha certificado la permanencia y necesita sumar para evitar el arriesgado coqueteo con el descenso en la última jornada. Es más que factible que uno o los dos puedan pinchar y dejen el camino expedito a un Cádiz pleno de ambición y con ganas de hacer algo grande en el sprint final de una campaña que entra en su momento decisivo. Ahora o nunca.

La pelea está abierta entre los tres candidatos que pujan por las dos plazas de play-off que aún no están definidas. Las otras dos obran en poder del Albacete -campeón del grupo IV- y La Hoya Lorca, segunda tras una fran campaña en la que ha sido el equipo revelación del torneo de la regularidad.

El equipo entrenado por Antonio Calderón ha trabajado toda la semana con la mente puesta en la victoria y con el convencimiento de que alguno de los adversarios directos no conseguirá sumar los tres puntos. Cuando los gaditanos salten al césped, ya sabrán cómo ha quedado el Guadalajara -juega en Melilla al mediodía, siete horas antes, en partido televisado por la televisión local- y se jugarán los cuartos al mismo tiempo que lo hará el Cartagena a poco más de 100 kilómetros de distancia.

Los amarillos deberán salir muy concentrados desde el pitido inicial dada la trascendencia del choque. Todos los partidos en casa de la segunda vuelta los ha saldado con victoria y esta tarde parten como indiscutibles favoritos en el último partido de Liga en el estadio Carranza a la espera de la ansiada fase de ascenso. Pero las estadísticas no garantizan el triunfo, y mucho menos ante una La Roda que intenta huir a la desesperada de las crueles garras del descenso y pretende marcharse de la capital gaditana con algún punto en el equipaje de vuelta.

Antonio Calderón no puede disponer de toda la plantilla para confeccionar la convocatoria. Jon Ander Garrido es baja por sanción -acumulación de amonestaciones-, Sergio Aragoneses no se recupera a tiempo de su lesión, Dalmau tiene problemas en una pierna y Tomás será operado de la rodilla derecha en próximas fechas.

La ausencia de Aragoneses mantiene en la titularidad, por tercera semana consecutiva, a Ricardo Alonso, que firmó una buena actuación en Cartagena. Ceballos seguirá en el lateral derecho y Andrés Sánchez en el izquierdo si no se lo impide la sobrecarga que sufre en un abductor. En caso de no poder jugar, Josete se desplazaría una vez más a ese costado y dejaría el eje de la zaga para Tena y Fran Pérez. Si el murciano sale en el once inicial, entonces Josete sí estaría en el centro de la defensa y el sacrificado podría ser Fran Pérez ante la posible vuelta de Tena, ausente en Cartagena por lesión.

La novedad en el centro del campo apunta a la presencia de Mikel Martins en sustitución del sancionado Garrido, que acompañará a Jorge Luque. Los inquilinos en las bandas serán, en principio Juan Villar en la derecha y Migue García en la izquierda. Airam Cabrera, máximo goleador del Cádiz con 22 tantos, es fijo en la delantera y Calderón deberá decidir a quién colocará de engenche en tres cuartos. En Cartagena colocó a Jorge López, pero también tienen opciones Kike Márquez y Dioni, sin olvidar a Kike López.