Cádiz CF

Tributo a una generación de oro

  • Hugo Vaca ofrece un emotivo pregón del Trofeo Carranza con un recuerdo a sus compañeros de principios de los 80. El ex jugador apela al ingenio gaditano para recuperar el esplendor

Hugo Vaca ofreció ayer una emotiva presentación del 59º Trofeo Carranza en el salón de plenos del Ayuntamiento. La nostalgia salió a relucir en un recorrido por el torneo desde sus recuerdos cuando vivía en Argentina hasta sus experiencias como jugador del Cádiz y aquel primer triunfo en 1981 del que se hizo eco con mención expresa a los que entonces eran sus compañeros. El ex jugador entrelazó dos historias: la de cómo se hizo gaditano y la de un Trofeo glorioso que en los últimos años se ha devaluado, como dejó patente en una intervención en la que apeló al ingenio gaditano para reinventar un evento deportivo que marca la agenda del verano gaditano desde hace casi seis décadas.

En su Argentina natal, en el verano de 1978, cuando le surgió la oportunidad de jugar en el conjunto amarillo, enseguida relacionó el nombre de Cádiz con el fútbol. El equipo había estado en Primera y en la ciudad se jugaba un gran trofeo veraniego, el Carranza. "El nombre de Cádiz me sonaba no por ser ciudad trimilenaria ni por ser la puerta de Europa al nuevo mundo, me sonaba por un cuestión meramente futbolística".

Del Trofeo conocía la participación, sobre todo, de equipos argentinos y sus respectivas estrellas: River Plate en 1961 con Amadeo Carrizo y Ermindo Onega; San Lorenzo de Almagro (1962) con el Nene Sanfilippo; el Boca Juniors (1964) con Marzolini y Rattin; Estudiantes de la Plata (1969) con Poletti Aguirre Suárez, Conigliaro, Verón...

En agosto del 78 ya estaba Hugo Vaca en Cádiz y presenció, desde la Preferencia, el Trofeo Carranza con la presencia de Atlético de Madrid, Valencia, River Plate y Bolonia. "Comencé a tomar conciencia de lo que había vivido, los gaditanos empezaron a aleccionarme de lo que era el Trofeo para la ciudad, me contaban que habían pasado los mejores jugadores del mundo desde 1955".

Desde entonces, "las anécdotas que me contaban comenzaron a convertirse en vivencias con la complicidad de mis entonces compañeros del Cádiz: Hugo Módigo, Ibáñez, Dos Santos Ramón Blanco, Bocoya, Mané, Juan José, Chico Linares, Josemi, Jesús El Boina, Salvador Luque... Entre ellos, los gaditanos "me enseñaron Cádiz, su gente, su manera de interpretar la vida, de disfrutar cada momento... me fui empapando de su idiosincrasia".

El presentador rescató de la memoria colectiva el primer año que el Cádiz jugó el Trofeo. "Fue en 1977, tras el primer ascenso a Primera", señaló antes de adentrarse en su vivencia personal como jugador. "Mi primera 'participación' (entrecomillada porque fue suplente) coincidió con la primera vez que un equipo de Segunda jugaba el Trofeo, algo que fue criticado por los puristas". Aquella experiencia le sirvió para comprobar que el público del Trofeo era distinto de que iba a los partidos de Liga. "El aficionado que iba al Trofeo quería disfrutar del buen fútbol más allá de si era el Cádiz, el Real Madrid, el Barcelona o cualquier extranjero". Mención especial por parte de Hugo merecieron los conjuntos brasileños que tanto deleitaron en los 70 y los 80, como el Palmeiras de mediados de los 70 con Luis Pereira y Leivinha, o el Vasco de Gama que hiló tres victorias seguidas en los 80.

Pero "las cosas han cambiado mucho", expuso el ex futbolista. "Los mejores equipos de Sudamérica se quedan huérfanos de figuras cuando empieza el éxodo a ligas europeas y dejan de ser golosos para el espectáculo", incidió el pregonero antes de aportar un dato revelador del camino que ha tomado el Trofeo, que "sufre un desarraigo y en los últimos 13 años de los 50 equipos que participaron sólo hubo cinco extranjeros".

Hugo Vaca resaltó el objetivo cumplido de dar a conocer a Cádiz a través del Trofeo. "Se consiguió, pero con el paso del tiempo y la participación del equipo amarillo, hubo un cambio importante al ceder el Ayuntamiento la gestión del torneo al Cádiz, y en cierta manera se mercantilizó. Esto hizo que años después, incluso en Segunda B, el Cádiz disputara el Carranza". Así, "cuando en un principio no se veía al Cádiz jugar el Trofeo se pasó a no entenderse el Trofeo sin el Cádiz".

Subrayó el pregonero que el Trofeo "no tiene el esplendor de los 60 o 70, ni incluso cuando apareció la televisión". Aseguró que no lo decía "con el ánimo de realizar una crítica sin más", de manera que apeló al ingenio, "una de las cualidades del gaditano", para que "en lugar de las críticas aparezcan las propuestas y ese ingenio y en la medida de las posibilidades se recupere algo del esplendor perdido". Y aludió a un ejemplo histórico, "cuando en el Cádiz cercado de las Cortes, el general Morla negoció con los ingleses no sólo el final del bloqueo naval, también los convenció para que reforzara la defensa de la ciudad con los cañones de su armada".

Y para rematar, el toque más emotivo de la presentación. Hugo Vaca rindió homenaje a aquellas personas del Cádiz que "me hicieron sentir importante, que me transmitieron la pasión por este equipo y me enseñaron a sentirme gaditano, con los que compartí la mayor alegría de mi vida deportiva con aquel ascenso en Elche, con los que logramos el primer Trofeo Carranza para la ciudad con aquel gol de Dieguito". Acto seguido, tuvo palabras de agradecimiento para Manuel Irigoyen, Dragoljub Milosevic, Luis Escarti, Bocoya, Juan José, Dos Santos, Amarillo, Rosado, Chico Linares, Manolo López, Escobar, Luque, Choquet, Dieguito... Los que estaban presentes fueron subiendo al estrado, por deseo del pregonero y se hicieron una foto de familia tres décadas más tarde. Una imagen para el recuerdo de una generación de oro.

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