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Toca respeto, pero ni mucho menos miedo

  • El Huesca llegará al Carranza tras sólo haber sido capaz de sumar como visitante dos de los 18 puntos que hasta el momento ha disputado ante rivales directos en la lucha por el ascenso y el 'play-off'

Garrido presiona a un rival que trata de controlar en el partido de la primera vuelta en El Alcoraz.

Garrido presiona a un rival que trata de controlar en el partido de la primera vuelta en El Alcoraz.

El Huesca se presentará el próximo lunes en el Estadio Ramón de Carranza como un examen casi final para el Cádiz de cara a calibrar las opciones reales de los amarillos para pelear por el ascenso directo a Primera División. Aunque el hasta el pasado fin de semana líder de LaLiga 1|2|3 registra unos números que le convierten en firme candidato a lo máximo, los resultados cosechados en las últimas cinco jornadas y el discreto rendimiento a domicilio cuando se enfrenta a rivales directos invitan al optimismo y a confiar más que nunca en las posibilidades del equipo gaditano para obtener el triunfo y de paso recuperar la segunda plaza.

En efecto, la producción de puntos del cuadro aragonés lejos de su feudo experimenta una sensible merma en relación a lo que consigue en presencia de su afición. De hecho, mientras que en El Alcoraz ha logrado 37 de los 57 con los que aparece en la segunda posición de la tabla clasificatoria, lo que le sitúa como la escuadra de la División de Plata más temible como local, como vistante ha amarrado sólo 20 puntos. Al abrigo de su hinchada sólo ha dejado escapar 11 puntos, consecuencia de cuatro empates y la derrota que encajó el pasado lunes frente al Sporting. Viajando, por el contrario, ha vencido en tantos partidos como los que ha empatado y como los que ha perdido, cinco en cada caso.

Si bien el rendimiento de los oscenses en sus desplazamientos en absoluto puede considerarse negativo, lo cierto es que hay otros cinco equipos que le superan, empezando por el Nástic, que ha sumado a domicilio 25 puntos, y continuando por el Rayo, con 23; Zaragoza y Osasuna, con 22, y el Cádiz, con 21. El Barcelona B rasca fuera tanto como el Huesca, cuyos registros goleadores tampoco son desdeñables: 18 a favor, sólo menos que Zaragoza (21), Nástic (21) y Rayo (20), y 18 en contra, sólo más que Osasuna (8), Cádiz (10), Rayo (16) y Nástic (17), y los mismos que Albacete y Sporting.

Sin embargo, un dato llama poderosamente la atención y pone en entredicho la capacidad de los pupilos de Rubi cuando no juegan en su campo. De los 18 puntos que han disputado hasta el momento como visitantes ante rivales directos en la pugna por el ascenso o el play-off, únicamente han sido capaces de atar dos.

A la espera de lo que suceda el lunes en la Tacita y de las salidas ante Zaragoza (ahora mismo 6º con 49 puntos), Oviedo (7º con 49) y Lugo (11º con 47), los azulgranas cayeron en sus visitas a Soria, Granada, Valladolid y Rayo, y empataron en Pamplona y Gijón. En la apertura del campeonato, en Los Pajaritos, el Numancia (ahora mismo 8º con 48) se impuso por 1-0; en la jornada 3, Osasuna (10º con 47) igualó en El Sadar 1-1; en la jornada 10, en El Molinón, otras tablas, y también con 1-1, contra el Sporting (4º con 52); en la jornada 16, en Granada (5º con 49), victoria rojiblanca por 2-0; en la jornada 27, en el Nuevo Zorrilla, victoria del Valladolid (9º con 47) por 3-2, y en la jornada 28, en Vallecas, goleada del Rayo (líder con 57) por 3-0.

Curiosamente, todos los triunfos de los aragoneses a domicilio se han producido ante adversarios de la zona baja o medio-baja, como son los casos de Lorca (2-3) y Sevilla Atlético (0-1), que a estas alturas parecen ya condenados al descenso a Segunda B, y de Almería (0-3), Barcelona B (0-2) y Nástic (1-2), inmersos en la pelea por no bajar. Los otros tres puntos conquistados lejos de El Alcoraz llegaron en Albacete (0-0), Alcorcón (1-1) y Reus (0-0). Ese último empate en tierras catalanas tuvo lugar con el Huesca metido de lleno en su peor racha de toda la temporada. De hecho, desde que dio buena cuenta de la Cultural Leonesa (1-0) el pasado 11 de febrero, los aragoneses han perdido en Pucela (3-2) y Vallecas (3-0), empatado en su campo con el Almería (2-2) y en el citado viaje a Reus, y de nuevo perdido contra el Sporting (0-2) en lo que supuso su primer revés del curso en casa.

Son números, sólo números, cierto, aunque no es menos que verdad que también un argumento de peso para afrontar el choque del lunes con todo el respeto del mundo pero sin el menor miedo. El conjunto de Álvaro Cervera ha demostrado en infinidad de ocasiones que, rayando a su nivel, no es inferior a nadie. El Lunes Santo tendrá una magnífica oportunidad de volver a evidenciarlo. El premio, regresar a los puestos de ascenso directo, bien merece la pena cualquier esfuerzo.

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