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Toca brindar por un éxito

  • La Copa vuelve a escena con el cuadro gaditano como claro favorito en casa frente al modesto equipo asturiano, debutante en la segunda ronda del torneo Andrés Sánchez está disponible

Justo una semana después de la primera eliminatoria, la Copa del Rey vuelve a escena con la segunda ronda a partido único, como la anterior. El Cádiz recibe en el estadio Ramón de Carranza (a partir de las nueve de la noche) al Club Deportivo Lealtad con la clasificación para el tercer escalón del torneo en el punto de mira. La exagerada frase del presidente, Manuel Vizcaíno, que calificó el primer cruce como el partido más importante de la historia del club, de nuevo cobra actualidad si se tiene en cuenta que el objetivo es avanzar al menos hasta la cuarta ronda para tener enfrente a uno de los grandes de Primera con el que engordar las escuálidas arcas de la entidad.

El Cádiz tratará de ofrecer su cara positiva con un once inicial en el que se prevén cambios. Ricardo Alonso volverá a la portería ante sus paisanos asturianos de Villaviciosa y Airam Cabrera está disponible para ser titular si el entrenador lo considera oportuno. Andrés Sánchez apunta a su primera convocatoria del curso y podría tener disponer de minutos.

Tras dejar en la cuneta de manera contundente al San Roque de Lepe, al que se impuso por 0-0 en la localidad onubense, el conjunto amarillo comparece delante de su afición como favorito indiscutible frente al modestísimo equipo asturiano, recién ascendido a Segunda División B -enrolado en el grupo I, donde es antepenúltimo con un punto en tres jornadas- que en el choque inaugural de Copa se impuso a domicilio (1-2) al Gimnástica de Torrelavega, equipo de Tercera División. Nunca había llegado a la segunda ronda de Copa.

Nadie puede esconder el mayor potencial de la escuadra gaditana, aunque los futbolistas entrenados por Antonio Calderón deberán demostrar sobre el césped esa teórica superioridad, algo que no consiguieron el pasado domingo contra La Roda. Probado quedó con hechos hace sólo tres días que no hay enemigo pequeño y otro equipo modesto como el manchego se llevó un empate que, como es lógico, no dejó un buen sabor en la capital gaditana. Y no fue por exceso de confianza de los locales, sino por la mala tarde que tuvieron los jugadores vestidos de amarillo y azul, que seguro que hoy querrán ofrecer su mejor versión para seguir vivo en un torneo del que el club ha subrayado con énfasis su importancia.

A priori se presenta un duelo con un guión parecido al más reciente de la Liga. No será nada extraño si el Lealtad plantea un encuentro con la misión primordial de proteger su portería como un preciado tesoro y acumule hombres en la zona de atrás. Entra dentro de la lógica de un conjunto humilde que pisa por vez primera el césped del coliseo gaditano después de haber viajado ayer en autocar desde Villaviciosa (Asturias) hasta tierras gaditanas. 900 kilómetros de Norte a Sur de la Península. Para deshacer la madeja elaborada por los visitantes deberá andar bien despierto el Cádiz en horario nocturno, circular el balón con rapidez y afinar la puntería en la definición. No disponen esta vez los amarillos de 90 minutos, sino de 120 si es necesario recurrir a la prórroga para evitar que la eliminatoria se resuelva en la lotería de la tanda de penaltis.

Cádiz y Lealtad pelean por distintos objetivos en el campeonato liguero. Los gaditanos, por el ascenso. Los asturianos, por la permanencia en su aventura en la categoría de bronce. Pero la Copa es otra historia porque cada choque es a vida o muerte. O te quedas dentro o te vas fuera en una noche de pesadilla. No hay margen para rectificar.

En la entidad cadista pujan con fuerza por el torneo copero a sabiendas del premio que aguarda en la cuarta ronda, un equipo de Primera inscrito en competición europea. Si el Cádiz supera hoy el segundo corte en casa sólo tendrá que salir airoso de un cruce más para cumplir el reto de enfrentarse a uno de los mejores del fútbol español (Real Madrid, Barcelona, Atlético de Madrid...). Y claro, la visita al Carranza de uno de los grandes dejaría pingües beneficios al club, necesitado de recurso económicos para navegar con el menor agobio posible en Segunda B.

El once inicial del Cádiz se presenta como una incógnita que quedará resuelta poco antes del partido. El entrenador, Antonio Calderón, otorgó en Lepe la titularidad a jugadores que hasta entonces no habían salido en el once inicial desde el arranque de la temporada, como el portero Ricardo Alonso y los dos Kike, Márquez y López. Para defender el arco repetirá hoy Alonso, con motivación extra porque enfrente tendrá al equipo de su pueblo. El resto está por ver. A los cuatro jugadores disponibles para la línea defensiva se le une Andrés Sánchez, preparado para entrar el equipo.

Para la medular dispone el míster de todos sus efectivos: Garrido, Mantecón, Espinosa y Navarrete. Estos dos últimos podría formar pareja de salida, como lo hicieron en el Trofeo Carranza frente al Atlético de Madrid, aunque Garrido, inédito ante La Roda, podría ocupar la plaza de Espinosa. Migue García ocuparía la banda izquierda y Kike López atacaría por la derecha. Entre Kike Márquez, Fran Machado, Juan Villar y Airam Cabrera saldrían dos para los puestos más adelantados, aunque podrían ser más si Migue o Kike López no entran en el once.

Calderón señalaba ayer que Andrés Sánchez "ya está bien del tobillo y ha completado diez días de entrenamiento. Podría tener una oportunidad durante el partido". De Airam Cabrera comentaba el preparador cadista que "está para ser titular, aunque ya veremos si juega".

Y es que, como es lógico, el técnico eludía dar pistas sobre el posible once. "La plantilla está equilibrada y en el medio del campo tenemos cuatro jugadores muy importantes y mañana por hoy- puede jugar cualquiera y daremos un buen nivel".

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