Rubén Cruz es el único jugador de los que acaban contrato que interesa para seguir de amarillo la próxima temporada. La entidad se encuentra en negociaciones con el agente del futbolista con el objetivo de alcanzar un acuerdo que dé paso a un nuevo vínculo como cadista. Rubén Cruz es un futbolista que el pasado curso dio un rendimiento indiscutible en cuanto a su inagotable trabajo dentro y fuera del área, si bien su falta de gol -no se estrenó en esta faceta en toda la temporada- ha sido el gran hándicap a la hora de analizar la conveniencia de que continúe en el proyecto.

Juan Carlos Cordero y Álvaro Cervera, en permanente contacto a pesar del periodo vacacional del segundo de ellos, han entendido que Rubén Cruz tiene sitio en la nueva plantilla y que, por tanto, merece la oportunidad de repetir de amarillo. En la campaña recién concluida el atacante utrerano participó en 26 encuentros (17 como titular), acumulando 1.573 minutos y tres cartulinas amarillas. A estas cifras hay que unir 90 minutos, contra el Levante, en la segunda eliminatoria de la Copa del Rey. Su gran debe es no saber lo que es anotar un gol en partido oficial con la elástica cadista. La cruz en su primera temporada en el Carranza.

Rubén Cruz llegó al Cádiz hace un año para formar parte de un proyecto en el que debía competir con jugadores de la talla de Alfredo Ortuño, Dani Güiza y Gorka Santamaría. El primero de ellos era la gran apuesta para el ataque; el segundo, la confirmación de un gran jugador; y el tercero, una apuesta por una promesa muy interesante del Athletic Club de Bilbao. Ese escenario y el sistema empleado por Cervera le relegaron a actuar como segundo punto e incluso cayendo a banda en alguna oportunidad. El futbolista utrerano jamás se quejó porque valoraba ser una pieza utilizada por el preparador dentro de un plantel en el que el nivel de competitividad resultaba elevado.

El contrato de Rubén acabó el pasado viernes y quedaba por saber qué postura iba a adoptar el club en cuanto a su futuro. Pues bien, el hecho de que las negociaciones estén abiertas pone de relieve el interés de los dirigentes para que repita en el plantel por segunda campaña consecutiva. El atacante, en caso de que se produzca finalmente un acuerdo, sería una de las patas de un ataque que debe sufrir variaciones por la marcha de Ortuño y Santamaría, sin que se sepa aún qué va a suceder con Dani Güiza.

Rubén Cruz es un ariete de 31 años que vivió un largo periodo formativo en la cantera del Real Betis, llegando a estar cuatro temporadas en el filial verdiblanco (una en Tercera y tres en Segunda B). Del Villamarín salió para el Estepona, Melilla y Écija, jugando con todos ellos en el grupo IV de la categoría de bronce. A partir de aquí arrancó un periodo de tres años en el Albacete, con un ascenso a Segunda A incluido. Y el verano pasado, tras descender a Segunda B con el Alba, aceptó el proyecto cadista.

En la campaña recién acabada, Rubén Cruz ha tenido una participación casi continuada en el equipo de Cervera. Fue así hasta la jornada 31ª, ya que desde ese momento desapareció del once e incluso de la convocatoria hasta que volvió a jugar contra el Elche (2-1) en la penúltima jornada. Dejó una grata impresión y eso motivó que el técnico le abriera la puerta de la titularidad en la doble cita de la eliminatoria contra el Tenerife. Sólo un pero, el gol, que no le acompañó cuando mejor fue su versión sobre el rectángulo de juego. Si renueva tendrá ocasión de desquitarse.